Hola a todas y todos: hoy os propongo un debate sobre la cuestión de la programación didáctica. Nos servirá de estímulo el breve artículo «Las programaciones no sirven para nada» publicado ayer en xarxatic.
Quiero también que discutamos el modelo de programación que se ofrece en dicho artículo con este otro modelo de programación realizado por una editorial.
Como bien hemos debatido en clase, a lo largo de la carrera y a través de nuestras experiencias en las prácticas de centro, hemos observado que el hecho de hacer una programación anual, la cual se tiene que entregar en septiembre/octubre, tiene muy poca utilidad ya que será muy poco probable que se pueda llegar a cumplir. ¿Por qué? Bien, está claro que es prácticamente imposible (por no decir imposible) deducir qué nos va a ocurrir a lo largo del año, es decir, si nos encontraremos con alumnos cuyo ritmo de aprendizaje sea más lento o todo lo contrario, podremos tener anécdotas, vídeos, documentos… que aparezcan (publiquen) a lo largo del curso y nos parezcan interesantes para comentar en la siguiente clase… Con todo esto (y mucho más) nuestra programación se nos “desmontará” y no habrá servido de nada. Claro está que si te da igual el ritmo de aprendizaje de tus alumnos, que si no quieres aportar más materiales al aula que el libro… La programación anual será tu biblia. Esperemos que los futuros docentes cambiemos esa mentalidad y esa forma de trabajo que algunos siguen utilizando.
ResponderEliminarPor tanto, tras está breve intervención, no queremos renunciar a las programaciones anuales si no hacer ver que hay que utilizarlas para lo que realmente sirven, para orientar el trabajo docente y para ir programando según los acontecimientos, según las capacidades de nuestros alumnos… Y así acabar a final de curso con una memoria que no solo nos habrá servido para ofrecer una gran labor docente sino que también servirá para autoevaluarnos y saber qué problemas hemos tenido y cómo podemos solucionarlos para el curso siguiente. Si todos trabajamos, porque es una cuestión de trabajar (lo cual a algunas personas les cuesta mucho), todo andará mejor y se valorará mucho más esta educación española que tan poco se tiene en cuenta en algunas ocasiones.
(Grupo 3 de trabajo)
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ResponderEliminarEl primer artículo, el de xarxatic, me parece un poco simple. La idea principal bien se podría resumir en un tuit. Lo más valioso que ofrece, en mi opinión claro está, es el enlace a la web de José Luis Castillo.
ResponderEliminarEsta sí me me ha gustado mucho. La portada tiene algunas frases demoledoras, como usar la ley de suelo y no de techo o que son más necesarios principios que metas. Pero ha sido precisamente en este apartado, principios, donde me ha terminado de conquistar.
Por no extenderme más, solo destacaré el texto referente al marco de convivencia y al de la organización de tiempos y espacios.
Un placer haberlo descubierto
Hola Andreu: sí el texto de xarxatic era solo para lanzar el debate, lo interesante como dices era confrontar modelos de programación y debatir sobre ellos. Me alegra que te haya interesado.
EliminarTras haber leído el artículo “Las programaciones no sirven para nada”, todas las integrantes del grupo compartimos la misma opinión, es decir, consideramos que las programaciones tradicionales no son eficaces debido a su carácter cerrado que no permite la adaptación del ritmo de aprendizaje de nuestros futuros alumnos en el aula.
ResponderEliminarAdemás, en algunos casos (como en nuestras experiencias prácticas en los centros), las programaciones vienen determinadas por una editorial, o por el centro, y en ocasiones los objetivos planteados no se ajustan a los que tiene el docente. En este sentido, el maestro se enfrenta a un dilema: seguir sus objetivos o los impuestos. Es posible que esta situación cree confusión y dificulte su labor a la hora de enseñar, como consecuencia, eso repercutiría en el aprendizaje de los alumnos.
Por otro lado, la propuesta de José Luis Castillo nos parece más interesante, ya que se trata de una programación abierta, la cual se va elaborando a lo largo del curso, y además se realiza a través de Internet. De esta manera, esta programación puede llegar no solo a los maestros, sino también a los padres.
En síntesis, consideremos que no es inconveniente tener una programación preparada siempre que exista la opción de modificarla según los intereses y motivaciones de los alumnos a lo largo del curso escolar.
¡PROGRAMAR SÍ, PERO RÍGIDAMENTE NO!
(Grupo 2 de trabajo)
Bueno, no sé si serán tan divergentes los objetivos planteados por una editorial, un centro y un docente. Los objetivos son los que hay, lo que será diferente será en todo caso la forma de conseguir esos objetivos. Si no se consiguen los objetivos planeados, alguna razón habrá, y nunca está de más analizar esas razones.
EliminarPedro
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ResponderEliminarLa opinión general que nuestro grupo ha desarrollado es que es necesaria una programación como documento orientador, abierto y flexible. Es decir, la programación debe tener unos elementos comunes pero no tiene que seguir ningún modelo concreto y cerrado.
ResponderEliminarPensamos que la programación B tiene muchas más ventajas a nivel didáctico ya que ofrece una visión real del aula. No obstante, pensamos que debe haber una organización previa para establecer unos objetivos máximos a conseguir. Por esta razón, no se evaluaría únicamente la meta a la que queremos llegar, sino la evolución y el proceso que los alumnos y el profesor lleven a cabo.
Además, la programación B se puede realizar a modo de memoria dialógica, herramienta muy útil que puede servir para la autoevaluación de la tarea docente.
Opinamos que aunque suponga un mayor esfuerzo, merece la pena utilizar el tipo de programación B ya que como hemos dicho anteriormente se adapta a la realidad del aula y mantiene en contacto a toda la comunidad educativa en un proceso de interacción, cooperación y retroalimentación constante.
(Grupo 10 de trabajo)
Bueno, unos "objetivos máximos", el cielo es el límite... En todo caso, unos objetivos mínimos, cuya definición, además, tampoco es tarea del docente individual, sino que irán definidos en el Proyecto Educativo de Centro.
ResponderEliminarPROGRAMAR SI, THIS IS OUR “RESPUESTA”
ResponderEliminarLa programación sirve para tener redactados unos parámetros claros y detallados sobre lo que ocurrirá en un centro escolar a lo largo de un curso. La administración conoce la programación como un concepto cerrado. Que se tenga esta idea sobre la programación hace que sea inútil confeccionarla, ya que crear la realidad del aula antes de enfrentarse a ella es intentar ser adivinos y no maestros.
Consideramos que elaborar una lista con una serie de objetivos que queremos alcanzar a lo largo del año es una buena opción para tener organizado el curso, siempre que sean ideas básicas y generales que permitan cambios. Cuando se conoce al grupo de alumnos, hay que hacer modificaciones y adaptaciones para atender a sus necesidades e inquietudes. Hablamos de una programación abierta, flexible y adaptable a las necesidades y características del alumnado, pues ellos son quienes marcan el ritmo de aprendizaje. Está claro que no tiene sentido seguir con un temario establecido si nuestros alumnos no han comprendido algo, lo correcto será dedicar el tiempo que requiera para que sea efectiva la enseñanza. ¿De qué sirve haber explicado lo que se tenía previsto, si no han aprendido nada los estudiantes?
Por esa razón, pensamos que lo correcto es entender la programación como la información de un año general en un centro educativo. Tener ideas generales sobre los contenidos que se van a tratar y los objetivos que se pretenden conseguir. Se puede profundizar un poco más si dividimos los contenidos por trimestres o meses, para tenerlo más estructurado. Pero siempre se desarrollará con ideas generales, puesto que la programación es un documento orientativo. Es un proyecto, lo que indica que está abierto a cambios y modificaciones, que se realizarán a medida que el aula lo necesite.
Esas modificaciones no tienen por qué estar predeterminadas anualmente, pues depende del transcurso del día a día del aula, ya que la programación que nosotras proponemos permite hacer los cambios oportunos para poder llegar a los objetivos planteados.
Hay mala concepción de lo que debería ser una programación porque es lo que establece la ley. En el decreto no hay un modelo de programación de aula. Pensamos que una concepción más real de programación puede ser la que se entrega con ideas generales y se altera con más detalles para acercarla a la realidad del aula. A final de curso, se entrega una memoria con los detalles que a principio de curso no se han podido redactar porque no habían ocurrido. El tipo de programación que se realiza como diario se va realizando a medida que se vive el día a día en el aula.
El tipo de programación rígida también es útil si la utilizamos como plantilla para guiarnos, pero siempre adaptándonos al nivel del aula y los objetivos que queremos conseguir y sobre todo teniendo en cuenta los intereses de los alumnos.
Lo más importante es tener claros cuáles son los objetivos. Un maestro tiene que saber qué quiere enseñar y qué quiere que los alumnos hagan o aprendan. Si se tiene claro qué quiere conseguir, no tendrá tanta importancia la metodología y el tiempo mientras se cumpla el objetivo. El objetivo principal es que se dé un proceso de aprendizaje, es decir, que los niños con el tiempo vayan mejorando.
Después de leer el artículo Programar o no programar, consideramos que no se puede elaborar una buena programación sin antes conocer las características de nuestro futuro alumnado. Además, partimos de la base de que el planificar a largo plazo -ya sea en el ámbito educativo como en la vida en general- no suele salir bien.
ResponderEliminarPor otro lado, según nuestra opinión, es muy importante tener clara la metodología que se va a emplear en el aula, así como los objetivos que queremos conseguir y los contenidos que queremos enseñar. Sin duda, todo ello influirá decisivamente en el aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, en lo referente a los contenidos, creemos que es conveniente que el profesor elabore una lista que incluya todos los temas que el currículum considera fundamentales para el curso con el que se esté trabajando, pero siempre y cuando se haga de una forma orientativa y el profesor esté dispuesto a adaptar su programación inicial de acuerdo a las necesidades que presente su alumnado.
En definitiva, todos los integrantes de nuestro grupo coincidimos en que la programación resulta muy útil para el docente si esta se entiende como un documento que es orientativo para el profesor, que está siempre abierto al cambio, que es flexible y, sobre todo, que se adecua a las necesidades e intereses de los alumnos.
(Grupo 11)
GRUPO 8:
ResponderEliminarPersonalmente pensamos que hacer una programación es imprescindible. No obstante, no estamos de acuerdo con el modelo de programación rígida que algunos docentes se empeñan en cumplir a toda costa. Creemos que lo importante es que se cumplan los objetivos que nos proponemos, y si para ello se ha de incumplir la programación, pues que así sea.
Lo cierto es que lo ideal sería realizar una programación inicial que nos sirva como guía, pero sin tener la obligación de cumplirla a rajatabla.
En nuestro grupo pensamos que es necesaria una programación, entendida como planificación básica de los objetivos que queremos conseguir en el curso, los contenidos que vamos a dar, y los criterios que seguiremos para poder evaluar la progresión que tengan nuestros educandos.
Ahora bien, una vez que tenemos ese documento, tal como lo hemos descrito, realizaríamos una secuenciación por trimestres de los contenidos que vamos a trabajar. Dispondríamos de un horario semanal donde tras la reunión con la maestra/o paralelo, anotaríamos en ese calendario qué contenido y objetivo queremos trabajar.
Esta fase de la programación es más flexible y abierta que la anterior, ya que podemos adaptar lo que queremos enseñar al momento y a la clase, adelantando o atrasando contenidos según las necesidades que observemos.
Este tipo de programación que acabamos de describir sería la que seguiríamos en nuestras clases. Tal como la hemos configurado, no utilizaríamos libros de texto, sino que prepararíamos nuestro propio material, teniendo en cuenta las necesidades de la clase y las adaptaciones que tuviéramos que hacer tras conocer al grupo y no antes sin conocer a los alumnos.
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ResponderEliminarHacer una programación es necesario porque es lo que nos dice la ley. Ahora bien, ¿qué lugar ocupa la programación y cuál es el lugar que debería ocupar?
ResponderEliminarLos componentes del grupo 9 hemos reflexionado y hemos llegado a la conclusión de que actualmente ocupa un lugar meramente burocrático y que la administración entiende el currículo como un documento cerrado. Sin embargo, pensamos que el lugar que debería ocupar es el de ser un referente, es decir, un documento orientativo que contenga las finalidades u objetivos a largo plazo y que esté sujeto a modificaciones, ya que estamos de acuerdo en que una programación es necesaria y útil si es dinámica.
En cuanto a las dos programaciones propuestas, ambas pueden ser válidas en mayor o menor medida si no las trabajamos al pie de la letra.
Las ventajas de la programación que nos ofrecen las editoriales se basan en la comodidad, ya que el profesor no tiene que pensar para hacerlas e incluso pueden llegar a ser reciclables y reutilizables para otros años. Sin embargo, este tipo de programaciones llegan a ser un "copia-pega" del curriculum y están hechas para un grupo general.
Por su parte, la programación propuesta en la web pensamos que tiene la ventaja de poder rehacerse continuamente y el inconveniente de recibir críticas por diversos sectores. Además de ello presenta, bien como ventaja o inconveniente, la libertad para el docente. Hablamos de las dos posibilidades puesto que, a pesar de que nos pueda parecer una clara ventaja, supone también una mayor exigencia al profesorado.
Todos los componentes del grupo estamos de acuerdo en afirmar que es necesario realizar una programación, es algo básico en la educación y además es una acción obligatoria por ley. Realizar esta tarea para que sea funcional es una cuestión que parece olvidada en la actualidad educativa.
ResponderEliminarEl uso de programaciones anuales ( como las que se describen en el 1er artículo) es una idea que todo el grupo rechazó de inmediato, nos pareció que no tenía sentido realizar una programación cerrada, que abarque todo el curso escolar y que uno de nuestros objetivo sea cumplirla a "rajatabla".
Estamos más a favor con la propuesta de José Luis Castillo, es posible substituir esa pesadas programaciones anuales por algo que se acerque más a la realidad del aula y que sea más flexible. Una programación de aula diaria, realizada para alcanzar nuestros objetivos reales y puesta en práctica con una metodología donde los alumnos construyan su propio aprendizaje. Grupo 6
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ResponderEliminarDe la misma manera que nuestros compañeros, las componentes del grupo siete pensamos que es necesario programar y planificarse a la hora de desempeñar la acción docente. Creemos que es fundamental recurrir al carácter flexible de la programación y así lo explicamos en nuestra entrada del blog:
ResponderEliminarhttp://www.gruposieteua.blogspot.com.es/2013/09/programacion-anualrealmente-necesaria.html