viernes, 13 de septiembre de 2013

Grupo de lectura conceptual matutino de los viernes

Bienvenidos y bienvenidas al Grupo de lectura conceptual matutino de los viernes. Cada semana presentaremos algún libro de la órbita de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) que nos parezca interesante, útil, bonito o que nos haya gustado.

Os presento el primero. He escogido a un autor latinoamericano porque la lengua castellana, nuestra asignatura, se habla mayoritariamente en el continente americano, y el peso de las grandes obras y los autores latinoamericanos del siglo XX decantan la balanza claramente hacia aquel lado de nuestro planeta lingüístico.

Autor: Eduardo Galeano
Ilustrador: Isidro Ferrer
Título: Los sueños de Helena
Datos editoriales: Barcelona, Libros del zorro rojo, 2011, 59 páginas. 




Eduardo Galeano (1940) es uno de los más importantes narradores y ensayistas uruguayos. Su escritura está muy conectada con la realidad, con el mundo que nos circunda, pero sobre todo con la realidad de aquellos cuya voz raramente es escuchada. Este libro de pequeños relatos recopila una serie de «sueños» que su esposa Helena le ha ido contando a lo largo de muchos desayunos. Como siempre en los sueños se mezcla lo cotidiano con lo fantástico, y a veces parece que la madeja del absurdo se desenrolla por todo el texto. Pero siempre queda un hilo del que el lector puede tirar... Os pongo uno de los relatos:



LA CASA DE LAS PALABRAS


     A la casa de las palabras, acudían los poetas.
     Las palabras, guardadas en viejos frascos de cristal, esperaban a los poetas y se les ofrecían, locas de ganas de ser elegidas: ellas rogaban a los poetas que las miraran, que las olieran, que las tocaran, que las lamieran.
     Los poetas abrían los frascos, probaban palabras con el dedo y entonces se relamían o fruncían la nariz.
    Los poetas andaban en busca de palabras que no conocían, y también buscaban palabras que conocían y habían perdido.
      En la casa de las palabras había una mesa de los colores. En grandes fuentes se ofrecían los colores y cada poeta se servía del color que le hacía falta: amarillo limón o amarillo sol, azul de mar o de humo, rojo lacre, rojo sangre, rojo vivo...



El libro está maravillosamente ilustrado por las composiciones del madrileño Isidro Ferrer (1963), que ya había deslumbrado con las ilustraciones para una edición del Libro de las preguntas de Pablo Neruda. Son ilustraciones-esculturas que ponen de manifiesto un profundo conocimiento de los materiales y una imaginación desbordante, para encontrar el potencial poético de cualquier objeto (metros, peonzas, cuerdas, alambres, caracolas...).




Este no es un libro destinado exclusivamente a un público infantil, aunque el sueño como material literario puede ser un buen instrumente para desencadenar el proceso creativo en los niños.

¿Y tú, cuál nos recomiendas? Ya sabes, el próximo viernes, nos lo cuentas.

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