Bienvenidas y bienvenidos al Blog de la asignatura 17541 - DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA ESPAÑOLA PARA LA EDUCACIÓN PRIMARIA (2013-14) de la Universidad de Alicante (GRUPO 4).
Este será un espacio de prácticas e intercambio de opiniones entre el alumnado. Cada grupo de clase deberá crear su propio blog y mandar el enlace al administrador de este blog: alumnomaesl@gmail.com.
Bueno, ya conocemos a Ken Robinson. Veamos ahora este vídeo animado de una de sus charlas sobre educación:
Este será un espacio de prácticas e intercambio de opiniones entre el alumnado. Cada grupo de clase deberá crear su propio blog y mandar el enlace al administrador de este blog: alumnomaesl@gmail.com.
Bueno, ya conocemos a Ken Robinson. Veamos ahora este vídeo animado de una de sus charlas sobre educación:
Quizá, demasiada información para asimilarla en 11 minutos. Pensad, tal vez, en aquello que más os haya llamado la atención.
Cambiando de tema -o no-, recientemente apareció en El País (Blog Traspasando la línea) el artículo «Creatividad, currículum y tecnología» de Albert Sangrà, en el que el autor trata algunos de los puntos que menciona Robinson, y que tendremos oportunidad de discutir a lo largo del curso.
¿Cuál es vuestra opinión como futuros docentes sobre estas cuestiones? ¿Cuál es vuestra experiencia al respecto? ¿Qué tiene que ver la lengua en todo esto? ¿Qué podemos hacer como docentes?
Espero vuestros comentarios.
Espero vuestros comentarios.
En el video de Ken Robinson he visto reflejadas muchas de las ideas que nos perturban e inquietan a todos, y de las cuales he aprendido causas y consecuencias. Además nos ha hecho ver aspectos sobre el mal funcionamiento de la educación actual, algo que dentro de cada uno de nosotros nos gustaría poder mejorar i sobre todo cambiar. ¿Por qué cambiar? Porque la educación no debe permanecer invariable durante generaciones; la sociedad evoluciona, de la misma forma que evolucionan sus necesidades, por lo tanto, la educación ha de ir al mismo ritmo. También, la sociedad ha de tener la capacidad crítica para mejorarse a sí misma, y no entrar en ningún tipo de círculo vicioso como el actual, en el que encontramos niños que se aburren en clase.
ResponderEliminarJORGE SEGURA BENEYTO
GRUPO 4
La creatividad es la capacidad de encontrar soluciones inteligentes y útiles a nuestros problemas (definición extraída del programa REDES http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-mirada-elsa-creatividad/1643868/). Es curioso que en él mencionen que, a medida que nos hacemos mayores, tendemos a reprimir nuestra creatividad.
ResponderEliminar¿Qué ocurre a medida que nos hacemos mayores? Pues pasamos por el tamiz de la escuela, el instituto, la universidad y la sociedad. En el momento en que desde la escuela se pide a los alumnos que den el mismo tipo de respuesta a un problema, no se fomenta la creatividad, y quienes opinan diferente son aplastados por el sistema de evaluación cuantitativa que marca la ley. No permitiendo al alumno explorar otras opciones y ni tan siquiera llegar a plantearlas por miedo al suspenso, al error, a equivocarse.
Tengo claro que el sistema educativo, tal como se está llevando a cabo en la mayoría de colegios, no fomenta el pensamiento divergente de sus alumnos.
Desde todas las materias podemos y es nuestro deber, fomentar la creatividad y el pensamiento divergente, es la única forma de educar integralmente al alumno y no sólo premiar el desarrollo del pensamiento lógico-analítico.
Encarni Ibarra
La sociedad cambia continuamente con el paso de los años, y con ella, aparece la necesidad de adaptarse e innovar en este nuevo mundo. ¿Qué es lo que ocurre con el sistema educativo actual? En mi opinión se nos está quedando anticuado y desfasado. Como ya ha afirmado Robinson, el sistema educativo actual fue diseñado en una época muy diferente a la nuestra, donde las necesidades de la sociedad eran muy distintas a las actuales. Ya va siendo hora de cambiar el sistema desde su interior, es decir, desde el currículum.
ResponderEliminar¿Cuál es el problema del currículum y su interpretación en las escuelas? En muchos centros educativos, los conocimientos establecidos en el currículum se han convertido en los máximos, negando cualquier respuesta que difiera a la ya establecida. De esta forma se está privando al alumno de adquirir un pensamiento divergente, capaz de dar diferentes respuestas a un mismo problema y se está potenciando la formación de individuos con una forma de pensar estandarizada.
En mi opinión, me parece adecuado establecer un patrón general que facilite y guíe a los alumnos en su proceso de aprendizaje, siempre y cuando éste establezca únicamente los conocimientos mínimos. A partir de ahí se debería potenciar la creatividad, la cooperación, el trabajo en grupo, etc. No darle tanta importancia a la evaluación final de los contenidos aprendidos sino al proceso de aprendizaje del alumno.
La lengua, entre otras áreas, es una de las más importantes en el sistema educativo debido a su función comunicativa. El lenguaje español es muy rico en palabras, sinónimos, expresiones, etc. ¿Por qué conformarnos con enseñarles un único camino de comunicación?, ¿No permite la poesía expresar una gran cantidad de emociones?
En conclusión, debemos formar a alumnos que sean capaces de integrarse en la sociedad y para ello necesitamos que su aprendizaje sea funcional y útil. Vamos a restarle importancia a preparar a un alumno para un examen y centrémonos en sus actitudes procedimentales. No debemos olvidar que la educación es uno de los grandes pilares que sostienen nuestra sociedad.
PABLO BLASCO BERNÁ - Grupo 4 (Didáctica de la Lengua y la Literatura)
Estoy de acuerdo con mis compañeros, en la escuela nos enseñan que solo una respuesta es correcta y no siempre es asi. Se pretenden transmitir conocimientos d la forma mas correcta posible, y a veces este hecho anula la capacidad de pensamiento divergente. El paradigma de enseñanza actual nos da las herramientas para construir el conocimiento, no nos olvidemos de potenciar el pensamiento creativo.
ResponderEliminarSusana Beresaluze, grupo 4.
Tanto el video de Ken Robinson como el artículo de Albert Sangrà vienen a decirnos que nosotros, como futuros docentes, hemos de cambiar la manera tradicional de dar clase, en la que los alumnos actúan de manera pasiva y el maestro es la única fuente de información.
ResponderEliminarEn la sociedad digital en la que cual vivimos no tiene sentido seguir con esta metodología obsoleta. Los maestros debemos guiar a los alumnos el aula, para que ellos sean los que formulen las preguntas, ya que sus preguntas tienen más valor que las respuestas que pueden encontrar fácilmente en la red.
Debemos potenciar que el alumnado desarrolle sus capacidades de manera integral, que desarrollen su creatividad y pensamiento crítico. Está claro que esta transformación no es nada fácil, ya que aun no existe un consenso en el cuerpo docente para cambiar la manera de enseñar en la escuela, además de que los intereses políticos y la inflexibilidad del currículum que nos imponen tampoco nos ayuda.
Personalmente estoy totalmente de acuerdo con Ken Robinson, y pienso aportar mi granito de arena en esta revolución educativa, haciendo uso de las TICS y adoptando mi rol de guía siempre que me sea posible.
Mª Belén Mora Molina. Grupo 4.
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ResponderEliminarCreatividad. Me pregunto qué piensa o le viene a la cabeza a la gente cuando oyen esta palabra.
ResponderEliminarPersonalmente, y teniendo en cuenta que me estoy formando para ser un futuro docente, lo primero que pienso son en materias como plástica y música. Es triste, pero es así. ¿Y por qué digo que es triste? Muy fácil, asociar esta palabra a asignaturas que claramente tienen una consideración menor en contraste a otras, como lengua o matemáticas, significa otorgar la misma clasificación a la creatividad.
Se acusa a la escuela, a la sociedad o a las familias, pero yo sigo sin tener claro quien es el encargado de dotar de la importancia o no que requiere la creatividad en los niños. Sin embargo, lo que no me cabe duda es que la creatividad en la educación se deja en asignaturas en las que básicamente se resumen en: "Venga niños, pintad lo que queráis", claro está, que esta frase se oye bien poco. Esta frase, según mi opinión es la máxima iniciativa a la creatividad que podemos encontrar en las aulas de hoy en día.
Además, no se potencia, sino todo lo contrario. Se imponen estereotipos, modelos o plantillas que los alumnos deben aprender y llevar a cabo, y por consiguiente lo que conlleva a la decadencia de la creatividad.
Al ver el vídeo y leer el texto propuestos por el profesor, ha hecho que me reafirme más en que esto se debe cambiar.
¿Por qué no dejar a los alumnos que resuelvan problemas haciendo dibujos que ayuden a entenderlos, en vez de imponer un proceso repetitivo? Esto hace que memoricen procesos y no aprendan.
¿Por que no dejar a los alumnos que expliquen como ven el mundo y a partir de ahí conducirles a los saberes correctos, en vez de explicar que la Tierra gira alrededor del Sol porque sí? Esto hace que memoricen teoría y no aprendan.
La creatividad no es sólo una capacidad que hace que los niños sueñen o imaginen, sino también. puede ser una herramienta de acercamiento al conocimiento.
Para finalizar dejo un proverbio maya que incita a la reflexión: "El que cree, crea; el que crea, hace; el que hace se transforma a si mismo y a la sociedad en que vive.
Creamos en nuestros alumnos y en su creatividad e iniciativa. Cambiemos el mundo.
Abel Torres Ávila
Grupo 4
Didáctica de la lengua y literatura española para educación primaria.
Hoy en día hay muchos maestros que no se atreven a dar un paso hacia adelante en su forma de educar y enseñar a su alumnado porque piensan que la transmisión de conocimientos es el método más eficaz de instrucción. Pero, ¿no deben los maestros innovar y buscar nuevas técnicas de enseñanza cada vez más óptimas? ¿Por qué queremos que nuestros alumnos sean creativos si nosotros somos los primeros que no queremos cambiar? Yo pienso que para que nuestro alumnado sea creativo tiene que ver al docente como ejemplo. La creatividad la podemos mostrar en algo tan sencillo como es buscar nuevas formas de enseñar, de presentar y hacer más atractivos los contenidos, hacerlos más lúdicos para que los alumnos no pierdan sus ganas de aprender.
ResponderEliminarLos docentes favorecen la creatividad de sus alumnos orientándoles en su aprendizaje, es decir, dándoles la oportunidad de que experimenten y busquen ellos mismos las respuestas que necesitan a cuestiones que puedan plantearse. Para ello, debemos no coartar su libertad y no abarrotarlos de conocimientos que solo memorizan y que, después, evaluaremos. Sino que debemos favorecer un papel activo del alumnado y ayudarle a adquirir los conocimientos, así como favorecer la evaluación cualitativa de los mismos y no basarnos en meros números que en muchas ocasiones causan competitividad entre los alumnos en lugar de ganas por aprender cada vez más.
Raquel Ródenas Roselló. Grupo 4.
En la actualidad, uno de los motivos por los que un profesor busca que su alumno ponga la palabra que indica el libro (como el ejemplo de chef o cocinero) es la comodidad. Esa comodidad no es física de estar una jornada escolar de pie sino una comodidad mental de no hacer una previsión en condiciones de lo que se va a hacer y no solamente indicar "el viernes se hará de la página 36 a la 38 y si no llegas lo haces en casa".
ResponderEliminarEsto también se puede observar a la hora de evaluar a los alumnos, que en muchas ocasiones se limita a realizar una prueba escrita con frases copiadas literalmente de lo que aparecía en los ejercicios o incluso modelos de prueba que incluyen las propias editoriales.
Para evitar esto, se debería estimular a los futuros maestros o renovar a los maestros, con técnicas distintas de desarrollo de las actividades y de evaluación de los alumnos para que los propios profesores sean profesores y no unos representantes de las editoriales cuya finalidad sería el ver que se sigue el plan del libro y no el de formar a los alumnos.
Daniel Ruiz Alonso. Grupo 4
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ResponderEliminarComo futura docente, al igual que el resto de mis compañeros, sé que en la educación debe producirse un cambio, y como afirma Ken Robinsosn, está sucediendo, sólo que a ritmo demasiado lento. En realidad, como hemos podido ver en clase, la ley no nos define tanto nuestra forma de trabajar o evaluar, y es precisamente ahí donde nosotros debemos demostrar nuestro potencial y aprovechar al máximo nuestro ingenio para saber educar a los alumnos, no sólo transmitiendo conocimientos, sino entregándoles las herramientas necesarias para que, por ellos mismos, aprendan a resolver diferentes situaciones.
ResponderEliminarAdemás de un gran cambio en la metodología tradicional, debemos pararnos a pensar en la importancia de la creatividad como explica Albert Sangrà, y buscar las formas de aprovechar dicho potencial, no acabar con el pensamiento divergente, pues en las 3 escuelas en las que he podido analizar la metodología, se hace de forma radical, siendo una, la única respuesta válida. Si realmente deseamos ver un cambio en el paradigma de la educación, ya podemos empezar a proponer alternativas a las escuelas, tratar de explicarles a los padres y al resto de la sociedad los diferentes tipos de evaluaciones y metodologías, la importancia de la creatividad y el pensamiento divergente, romper con las rígidas evaluaciones cuantitativas y comenzar a desarrollar un nuevo sistema educativo.
María Garrido Ruano
¡Han hecho una nueva ley de educación, la ley LOMCE! ¿Nuestra salvación? ¿Para qué han redactado una nueva ley de educación? Bien, según el partido político actual el problema de nuestra educación es la ley hoy en día vigente, en pocas palabras, hay una generación “NINI” debido a que esta ley no contempla los “elementos necesarios” para formar alumnos competentes. ¿Es realmente así? Probablemente, por no decir seguro, no.
ResponderEliminarNuestra educación no va a mejorar con cambiar “un simple documento”, el verdadero problema de las aulas no tiene su origen ahí, el origen está en la mentalidad de las personas, ya sean maestros, alumnos, padres…
Hoy en día, aunque hay numerosas excepciones, se habla de que un niño es listísimo si tiene cinco sobresalientes en las notas finales y un niño es “corriente” si tiene sus notas entre suficientes y bienes. Bien, puede ser, y se han dado casos, en los que el niño tendrá un diez o un cinco dependiendo de los criterios de evaluación del profesor, por tanto, puede que un niño (con una gran capacidad para memorizar) tenga suerte porque su profesor quiera un recital del libro y gracias a ello obtenga una matrícula de honor y por tanto pueda entrar a la carrera de medicina, por ejemplo, y otro alumno, el cual se expresa con sus palabras porque le resulta mucho más sencillo de entender y de expresar, tiene un “simple” siete y, aunque le apasiona el mundo de la salud, no puede entrar en esa carrera de medicina que tanto desea. Con este tipo de casos en los que se fomenta la memorización, evidentemente, no se está avivando ni el aprendizaje, ni la creatividad, ni la espontaneidad, se están creando clones iguales, que realmente no saben de nada pero eso sí, tienen muy buenas notas.
Y por supuesto, a partir de distinguir a las personas basándose en las notas tenemos ¡el acceso a la universidad! Puede ser que el alumno que tiene un diez se meta a medicina porque “a sus padres les hace ilusión” y sin embargo, puede que la ilusión de ese niño sea ser pintor pero como según ciertos padres “eso no tiene futuro” dicho alumno estudiará medicina, quitándole la plaza al apasionado por este mundo (que no puede entrar porque tiene un siete) y este acabe estudiando ADE, lo cual no le sirva para nada personalmente y acabe amargado. ¿Sirve realmente para esto la educación? ¿No debemos ayudar a los alumnos a alcanzar sus metas y sus mayores deseos? ¿No será mejor tener un médico apasionado y un pintor descomunal que un médico que no te haga ni caso y un economista que pase sus horas en Facebook porqué su trabajo no le apasiona? ¿Sirven tanto las notas? Vale, no digo que se dejen de lado las calificaciones pero también sería muy conveniente valorar la voluntad, la capacidad de crear, el interés por el arte si el alumno desea ser pintor, su gran habilidad para crear cuentos si un niño quiere ser escritor… Por eso los profesores y la sociedad en general debemos cambiar nuestras mentalidades y valorar el trabajo de clase, no tratar las asignaturas de una forma estrictamente teórica, fomentar la participación, la construcción de conocimiento, la pasión por aprender, LA DIVERSIDAD...Con esto (cambio de mentalidad), y sin tanto recorte en educación, creación de nuevas leyes y cosas que realmente no cambian nada, todos tendremos un futuro mejor.
Pd: Para mi gusto también se debería encaminar la educación hacia el futuro que los alumnos desean, es decir, si el alumno quiere ser enfermero, en primero de bachiller hoy en día dan historia y probablemente este no tenga interés en dicha asignatura por ello las metodologías de los FP (asignaturas que tengan que ver con el mundo que nos apasiona) hará que se formen personas mucho más profesionales, competentes, formadas, creativas y apasionadas con su trabajo que eso es lo que realmente hace falta.
Lorena Román Lopez
Grupo 4
La creatividad. La creatividad es un tema que está a la orden del día, al igual que está ocurriendo con la forma de enseñar en el aula, la Tics en la educación, etc. Y en realidad pienso que todos estos aspectos están interrelacionados.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que expone Ken Robinson, los niños están envueltos en un sistema en el cual no pueden experimentar, investigar sobre sus interrogantes, descubrir las respuestas, plantear sus propias preguntas, porque para ello ya está el maestro…
Nosotros, como futuros maestros, no deberíamos cortarles las alas a nuestros alumnos, sino dárselas. No podemos formar a alumnos que no sepan resolver un posible problema en su vida porque siempre le hemos dado nosotros la respuesta correcta, al no haberles dejado espacio para la experimentación; nuestra labor como docentes es educarles de forma integral para que ellos mismos puedan afrontar las trabas que se le presenten en su vida y para ello es importante fomentar la creatividad y el pensamiento divergente.
Por tanto, como ya he mencionado, la creatividad se relaciona con la metodología de enseñanza que impregna el aula. Y una metodología tradicional no es compatible con la creatividad ni con el pensamiento divergente.
Por último añadir que me parece beneficioso que ahora nos replanteemos estas cuestiones porque es síntoma de que se está exigiendo un cambio global en la educación, y está en manos de todos poder transformarla y mejorarla.
Jesica Cáceres Bermejo. Grupo 4.
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ResponderEliminarTras haber visto el vídeo de Ken Robinson y leer el artículo recomendado, la conclusión a la que he llegado es que la estandarización limita la creatividad debido al seguimiento estricto del currículum.
ResponderEliminarHay una gran variedad de alumnado. Cada niño tiene sus puntos fuertes. No todos ellos, por estar en la misma clase deben ser iguales. Esto se puede resumir en la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. Además, cada alumno se forma unas expectativas y objetivos diferentes para su futuro. Con ello quiero decir que no todos nuestros discentes querrán ser médicos o abogados.
Parece que la sociedad y la escuela marcan un objetivo fijo para todos los niños. El triunfo se relaciona con alcanzar un trabajo bien remunerado. Pero, ¿no deberíamos desde la escuela adaptarnos a las diferentes formas de aprendizaje de nuestros alumnos?, en lugar de dar tanta importancia a conceptos abstractos, ¿no deberíamos buscar la funcionalidad de los contenidos para que nuestros alumnos no se aburran? Creo que deberíamos preocuparnos más por cambiar la finalidad de la escuela que, desde mi punto de vista, se centra en la creación muy limitada de genios, en lugar de la educación integral de todos.
Regina García Candela. Grupo 4.
llegamos a la escuela como una hoja en blanco y rápidamente nos cuentan el secreto de la felicidad. " Trabaja duro, esfuérzate al máximo y sigue las normas ". Después de la enseñanza obligatoria, nos premian con más escuela, fomentando los valores de competitividad, individualidad y sumisión. Tras este periodo llega la universidad, palabras bonitas camuflando el mismo fondo. En mi opinión la escuela ha perdido de vista el gran objetivo para la que fue diseñada, formar y educar ciudadanos en valores para vivir en sociedad. Hoy en día está sometida a intereses políticos de carácter capitalista y consumista, despojando a todos que pasan por ella de su creatividad y creando ciudadanos conformistas dispuestos a ocupar su lugar en la cadena industrial y con una única y singular búsqueda de más, más y más.¿Quién tiene la culpa?, ¿los profesores?, sinceramente no lo sé, pero creo que por ellos pasa el principio de la solución.
ResponderEliminarTras observar detenidamente el video de Ken Robinson y el artículo publicado en el diario El País, me vienen muchas ideas a la cabeza que difícilmente tienen respuesta. En primer lugar, si es cierto que la economía no se preocupa de la educación pública, y por tanto, esta decae a pasos agigantados. Se pretende mejorar, pero con un sistema que hace años caducó. Dejando de un lado lo verdaderamente importante, como la formación de un alumnado capacitado o competente para enfrentarse a la sociedad actual.
ResponderEliminarPor otro lado, considero que la creatividad es un elemento dañado por un currículum que no deja espacio a la imaginación. La evaluación sigue siendo una prueba donde los alumnos deben aprobar sí o sí, no permitiendo al alumno que desarrolle un pensamiento divergente.
Además, con la poca presencia de los docentes capacitados, es muy difícil que la estandarización desaparezca de las aulas, y los pocos alumnos con un pensamiento divergente cambien este poco a poco. Por tanto, este círculo vicioso no finaliza nunca.
Finalmente, la sociedad debe cambiar drásticamente y luchar por una educación de calidad, donde el aprendizaje y la formación de los alumnos sea el motivo principal de la educación.
Verdú Olivares, Jordi
Grupo 4
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ResponderEliminarTal y como he podido leer en el artículo y después de ver el vídeo, en primer lugar me gustaría comentar que la creatividad de los alumnos es una de las mejores armas que poseen para aprender y descubrir cosas día a día, pero quizás deberíamos preguntarnos, ¿por qué acaba desapareciendo la creatividad en los niños?
ResponderEliminarComo bien dice el artículo, los maestros no dejan margen para la improvisación ni para la fluidez de las ideas de los niños y esto es lo que les convierte en simples espectadores de la educación, siguiendo un guion y haciendo estrictamente lo que dice el libro o el profesor.
Todo esto tiene unas consecuencias muy graves cuando los niños se convierten en estudiantes de universidad y se pierden a la primera de cambio cuando no tienen un temario delante o unas pautas a seguir.
Me gustaría decir que estoy de acuerdo con tener un modelo de escuela igual para todos, eso sí, un modelo flexible, capaz de adaptarse a todos los alumnos y que pueda obtener lo mejor de cada uno de ellos.
También cabe hacer referencia a la evaluación de los alumnos y darnos cuenta de que es uno de los principales problemas que tenemos en nuestra educación, ya que no aprendemos apreciando los conocimientos sino que simplemente nos basamos en memorizar contenidos, a veces sin entenderlos, y así plasmarlos finalmente en una hoja con la finalidad de sacar una buena nota y olvidarnos de todo una vez termina el examen.
Joan Ferrer
Grupo 4
“¡La semana que viene, examen!” ¿Cuántas veces lo habremos escuchado? Sin ir más lejos, ayer salí a dar una vuelta con las amigas y a una de ellas se le ocurrió comentar que en dos semanas tenía un examen, ¿increíble verdad? Eso mismo pensé yo, pues hacía tan solo unas horas que había comenzado el curso.
ResponderEliminarAl escribir esto, me viene a la mente el caso de mi amiga y me hace reflexionar sobre los últimos quince años de mi vida, quince años basados en examen, examen y más examen. Conocimientos que empollábamos de un día para otro y que una semana más tarde ya habían desaparecido, es decir, tal y como nombra Albert Sangrà en su artículo Creatividad, currículum y tecnología, “estudiábamos para aprobar”, dejando de lado nuestra creatividad, ya que no era ella la que nos iba a ayudar a superar el examen.
Hoy en día, como futura maestra, se me ocurren mil y una formas de saber los conocimientos de los alumnos, mil y una formas que atienden a la creatividad y el pensamiento divergente de los estudiantes y puedo asegurar, que ninguna de ellas pasa por hacer un examen en el que el alumno tenga que memorizar un libro o unos apuntes dados en clase; pues un buen maestro “enseña a los jóvenes cómo pensar, no lo que han de pensar” (Sidney Sugarman)
Todos hemos oído hablar de lo que es la creatividad, y del pensamiento divergente, que solo unos pocos afortunados lo tienen. Pero tras la visualización del vídeo, podemos observar como todos nacemos con ello, el problema empieza en los centros educativos.
ResponderEliminarDesde que somos pequeños nos indican qué y cómo debemos hacer las cosas.
Conozco varios casos en los que se demuestra como poco a poco muere nuestra creatividad. Como es el de una niña de educación infantil, le pedían que pintara una manzana. La niña cogió un rotulador amarillo y la pintó. El problema empezó cuando la profesora fue y le pidió que empezara de nuevo, ya que la manzana se pintaba roja (sin saber el porqué la niña decidió que fuese amarillo). En este caso, decidió pintarla de este color, ya que se abuelo tenía un manzano en casa, y ella las había visto de ese color. Pero el hecho de volver a empezar, hace que ahora te plantees si la debes de pintar como tú piensas o has visto que es, o del color que lo hacen todos para no volver a empezar.
Otro caso muy parecido fue para pintar ositos navideños, en el que un niño pintó al osito verde, y la maestra lo rompió y le dio otro para que lo hiciese en casa.
Estos son dos casos como muchos de nosotros conocemos que suele ocurrir en las escuelas, y vemos claramente como hace que poco a poco vayan desapareciendo las ganas de ser creativo.
Pero no todo es malo, siempre hay personas que saben ver más allá. Un ejemplo es el de un niño del primer ciclo de educación primaria. Repartieron folios y al día siguiente tenían que llevar pintado lo que más les gustara. El niño llevó la hoja en blanco, y en este caso, su maestra sí que le dio la opción a explicarse, y éste argumentó que era un campo de futbol nevado, con lo que obtuvo un 10.
Por muy lamentable que parezca es difícil encontrarnos con el último caso, pero si pensamos en las raíces de la escuela, que según argumenta el texto fue creada para apoyar la producción en cadena, no es de extrañar. Lo raro es que estemos en una época donde todo es tecnología, y es complicado encontrar centros sin ordenadores, pizarras digitales,… pero es normal ver como los niños son como mini robots, donde su tarea es copiar y pegar las respuestas conforme la quieren los maestros. No se deja margen para innovar ni poder hacerlo de forma diferente a lo establecido, y en las únicas materias que podemos “relacionar” más estos temas, como es la educación plástica, vemos que tampoco sucede así.
Miriam Micó Gómez
Para empezar, es cierto que la escuela se ha quedado obsoleta. En las escuelas se continúa explicando y aprendiendo de la misma manera que en el pasado, mientras que el mundo exterior y la sociedad han ido cambiando y evolucionando. Nuestro conocimiento y nuestra manera de aprender ha evolucionado, cada persona aprende de una forma diferente. Además, actualmente disponemos de tecnologías que nos pueden ayudar a aprender y enseñar de maneras muy diferentes. Pero hay que saber cómo utilizarlas y cómo sacar partida a esta gran herramienta.
ResponderEliminarCreo que la escuela debería ser una verdadera comunidad de aprendizaje, que sólo estuviera gobernada por los alumnos, los profesionales y las familias.
Mediante la lengua podemos hacer que los alumnos se expresen, desarrollen la creatividad y aprendan con especial eficacia, es decir, que los alumnos participen de forma activa en la construcción de su propio conocimiento y se lo pasen bien porque esta es la mejor manera de aprender.
Los profesores debemos ser capaces de cooperar, colaborar y compartir nuestros intereses, necesidades, materiales y opiniones. Como futura docente intentaría introducir la educación tecnológica y emocional en el aula, adoptando nuevas metodologías basadas en el consenso democrático y en las necesidades del grupo-aula permitiendo al alumnado adquirir nuevas responsabilidades, practicar nuevos roles, desarrollar nuevas estructuras mentales, etc.
Si trabajamos juntos tal vez, la escuela podría reinventarse.
Miriam del Pilar Alfonso Pagán. Grupo 4.
¿Qué piensan los padres sobre la creatividad? ¿Qué considera un maestro/a creativo? ¿Qué respuesta debemos dar a un padre cuando su hijo es muy creativo, pero no se le dan bien las matemáticas? ¿Cómo asimilar las críticas por querer cambiar un libro de texto por una actividad creativa? ¿Cómo afrontar la docencia con pocos recursos tecnológicos por no querer llevar el libro de una determinada editorial, aunque me regalan una pizarra digital? A estas preguntas podemos encontrar un sinfín de respuestas, de eso no hay duda. Pero, realmente yo me plantearía otra pregunta todavía más importante para mi ¿Esta la sociedad preparada para asumir: “mi hijo es muy creativo, pero no sabe muy bien sumar”? Esta sería sin duda alguna una pregunta clave para encontrar respuestas validas, que permitieran poco a poco cambiar la visión de terminar el libro a tiempo.
ResponderEliminarPrimeramente, quería decir que este es un problema que me preocupa bastante y me da que pensar. Hemos vivido y vivimos en una sociedad la cual está acabando con la creatividad e imaginación de los niños. Los adultos siempre decimos a los niños, no hagas esto, cuidado con lo otro… Siempre ponemos limitaciones a los infantes quitando cada vez un poco de su imaginación. Pero no todo se queda ahí, otro claro y simple ejemplo es coger un libro de lengua de primaria y ver las actividades. En casi todas las que he podido ver requieren de una respuesta única y en la que la mayoría de veces ésta es la que dice el libro y/o el profesor. Recuerdo que cuando estaba en primero de bachiller mi profesor de historia nos exigía poner en los exámenes el libro tal cual, con comas y puntos y si te olvidabas de una palabra, tendrías que olvidarte del sobresaliente. Lo cual exigía memorización y apenas aprendizaje. Son ejemplos de las limitaciones que marcan los profesores a los alumnos y que hacen que los niños pierdan poco a poco la imaginación y creatividad.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, el alumno no solo debe que aprender del profesor, pues el aprendizaje DEBE SER RECÍPROCO. El profesor puede aprender muchísimas cosas de sus alumnos. Y para ello hace falta confianza y creer en ellos.
En mi opinión, creo que la culpa de esta pérdida de “Peter pan”, esta pérdida de la imaginación no es debido a el currículo actual, sino más bien al trabajo de aula del profesor. Creo que somos nosotros los futuros responsables de cambiar esta manera de trabajar tan cerrada que llevamos arrastrando muchos años. Debemos cambiar esa forma de trabajar en la que sólo importa la respuesta correcta y abrir nuevos horizontes hacia la imaginación donde tanto los niños como los profesores aprendan los unos de los otros.
Por último, mencionar una frase de Ken Robinson: “Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”. Y, además, os dejo con este vídeo que me ha parecido realmente interesante y refleja lo que he dicho anteriormente como una niña, en este caso Adora Svital, nos puede enseñar mucho tan solo confiando en ella:
http://www.youtube.com/watch?v=d8poVfH53Rk
Las nuevas tecnologías han supuesto un gran avance en muchos campos de investigación, pero parece ser que la educación no ha sufrido una gran transformación durante los últimos años, tal y como lo han hecho otras materias como la medicina. En esta nueva era digital, y como futuros docentes de educación primaria, tenemos que adaptarnos a los nuevos cambios que exigen una formación permanente del profesorado.
ResponderEliminarLas necesidades del alumnado han cambiado y estos hoy en día se encuentran con una gran cantidad de estímulos provenientes del entorno, es por tanto necesario, adaptar el modelo educativo actual a las necesidades del alumnado y con ello, cambiar la metodología del profesorado. El currículo fomenta el desarrollo tanto de la personalidad como de la creatividad, no obstante, muchas veces he sido testigo de la corrección por parte del profesorado de soluciones inesperadas de sus alumnos, pero correctas. ¿Puede ser que los maestros contribuyamos a la limitación del pensamiento divergente de nuestros alumnos? Está claro que para un mismo problema pueden existir varias soluciones correctas, pero si consideramos que la única respuesta es la del libro, estaremos cometiendo un grave error que podrá condicionar su futuro. Tal y como hemos observado en el vídeo de Paradigma del Sistema Educativo de Kevin Robinson, todos tenemos la capacidad del pensamiento divergente y si esta no es desarrollada correctamente, se deteriora.
Desde mi punto de vista, creo que en algunos centros no se trabaja ni la creatividad ni el pensamiento divergente. Las nuevas tecnologías son herramientas útiles para el desarrollo de ambas capacidades, si se sabe sacar el máximo provecho de estas. Los recursos que ofrecen las editoriales, son los mismos ejercicios que aparecen en el libro pero digitalizados, de tal forma que no se desarrollan ninguna de las dos destrezas comentadas anteriormente. Como ya sabemos, estamos en una sociedad de la información, en la cual los maestros tienen a su alcance nuevos recursos para aplicar en el aula, por tanto, debemos aprovecharlos. ¿Hace falta una pizarra digital para leer un libro? En mi opinión, creo que no. Sin embargo, esta puede ser utilizada para animar a la lectura y fomentar al mismo tiempo la participación de nuestros alumnos.
Como conclusión, cabe destacar que ante tanto estímulo, es normal que los niños se distraigan con facilidad, por tanto, es importante motivarlos y un recurso fundamental son las nuevas tecnologías, que pueden ayudar al desarrollo de muchas capacidades del alumnado. Además, el error es parte del proceso de aprendizaje, pero si cohibimos la forma que tienen los alumnos de expresarse, estos no avanzarán en el desarrollo de este pensamiento.
Nuria Marco Melgarejo (Grupo 4)
La creatividad es la capacidad de producir cosas nuevas de forma original. Dicha capacidad es innata al ser humano y, a pesar de que todos la poseemos en mayor o menor medida, se puede mejorar su desarrollo. Sin embargo, este desarrollo depende de la experiencia de cada uno y, en mi opinión, la experiencia vivida en la escuela juega un papel clave en el desarrollo de la misma. De hecho, en el artículo aparece una frase que sintetiza la idea que desarrollaremos a continuación: “la buena escuela no asfixia la creatividad.”
ResponderEliminarAunque algunas personas relacionen “colegio bueno” o “chicos inteligentes” con la nota media del expediente de los alumnos, ésta no tiene por qué darse siempre de manera directamente proporcional.
Realmente, ¿qué entendemos por “chicos inteligentes”? Dejando a un lado la teoría de las inteligencias múltiples, puede ser que se siga confundiendo el tener memoria con ser inteligente porque tradicionalmente tener memoria haya sido sinónimo de sacar buenas notas. Ahora bien, ¿una persona es inteligente por el hecho de copiar o aprender algo sin ningún tipo de procesamiento? En mi opinión no, simplemente estas personas serán académicamente excelentes para el sistema que la mayoría de nosotros hemos vivido.
Una buena escuela o aula debe ser aquella en la que se tenga en cuenta los intereses de los alumnos, se valore el esfuerzo y la evolución individual, haya un buen clima… y, por supuesto, se valore positivamente el hecho de que haya opiniones o soluciones diferentes ante un problema, es decir, no una única respuesta correcta. Consiste realmente en valorar si se sabe hacer algo o poner en práctica alguna cosa por encima de si sabe algo concreto.
Relacionado lo expuesto y teniendo en cuenta la evaluación como elemento del currículo, hemos de diferenciarla de calificación. A mi parecer, la evaluación ha de ser un proceso real y continuo en el que cobre especial relevancia la evolución del alumno y sus competencias para, finalmente, añadir una calificación numérica al expediente del alumno. En cambio, hay quienes evalúan teniendo en cuenta únicamente exámenes.
Finalmente, me gustaría creer que el foco de atención en los procedimientos va a continuar cobrando más importancia, pues en una sociedad en la que la información está al alcance de todos, puede ser más útil saber dónde buscar información, cómo seleccionar la información relevante y saber aplicarla que recitar conceptos de manera aislada y olvidarlos.
En mi opinión creo que todos los problemas planteados no se solventan debido a la intervención o no intervención de los agentes que envuelven la educación de nuestros niños: las familias y los profesores. Cualquier familia o profesor puede afirmar rotundamente que existe un problema en cuanto a la educación actual se refiere, pero aunque posiblemente puedan intuir algunos factores negativos que se podrían mejorar, sus demandas personales interfieren directamente ante cualquier propuesta de mejora.
ResponderEliminarEs bien sabido, como se afirma en el artículo, que el sistema de evaluación cuantitativa no funciona y propicia un aprendizaje memorístico que evade la atención del alumno y no potencia el aprendizaje del mismo. En la actualidad, todo maestro que se interese en su trabajo lo sabe. El inconveniente es que las alternativas son muy volátiles. No plantear un examen con una única respuesta verdadera requiere un esfuerzo extra para el maestro. No podrían utilizar plantillas de corrección, no podrían utilizar las propuestas de exámenes que ofrecen las editoriales en los libros del maestro, y además, cada profesor debería ingeniárselas para poder evaluar aspectos tan abstractos como la creatividad en los alumnos. Por otro lado, las familias demandan a las escuelas un “papelito” lleno de puntuaciones numéricas donde se reconozca el trabajo de sus hijos.
Podría parecer sencillo el hecho de ofrecer un librillo de notas a los padres utilizando cualquier otro tipo de evaluación menos estricta pero… ¿a qué recurrir si un familiar te dice “¿por qué el niño tiene un 6 en creatividad en lugar de un 8?” ?El profesor no puede responder: “según mi criterio como docente es la nota que mejor se ajusta al desarrollo de sus capacidades”, si así lo hiciera, probablemente en una semana se encontrara en el paro.
En mi opinión creo que se necesita un cambio muy fuerte en la visión social de la educación para poder poner en práctica cualquier solución propuesta. Los profesores han de sentirse menos presionados por las exigencias de las familias que, por otro lado, deben asumir la importancia de la figura del docente y la validez de su criterio dada su formación. Las generaciones de maestros formados “a la antigua”, deben recibir formación y realizar un sobreesfuerzo para adaptarse a las necesidades actuales, sobreesfuerzo que deberán hacer los nuevos profesores que no deben dejarse arrastrar por las viejas costumbres predominantes. Así y sólo así, quizá empecemos a formar personas preparadas para vivir en la sociedad del siglo XXI, donde la creatividad, la tecnología, y el aprendizaje procedimental son elementos de gran peso.
Ángela Arques. Grupo 4.
Estoy de acuerdo con Kent Robinson. Desde mi punto de vista la sociedad actual marca un itinerario educativo basándose en la economía y la perpetuación de la cultura establecida. El problema es que lo que en un pasado era válido para obtener “éxito en la vida” hoy en día no garantiza éxito profesional ni crecimiento personal y fomenta situaciones como la segregación del alumnado en buenos y malos estudiantes, la importancia de determinadas asignaturas sobre otras consideradas menos útiles, el reconocimiento de los conocimientos conceptuales como la base de todo el proceso de enseñanza y aprendizaje o la utilización de métodos que no contemplan la individualidad, los distintos ritmos de aprendizaje ni los intereses de los alumnos y las alumnas.
ResponderEliminarPor otro lado, es importante contar con todos los recursos disponibles actualmente: mayor cantidad de información, distintas fuentes, etc. para desarrollar la visión crítica del alumnado y su capacidad de gestionar estos estímulos y la información que de ellos reciben y no basarse en una única fuente de la cual deben extraer una única respuesta válida. Según mi experiencia, situaciones reiteradas de respuesta errónea (por no ser la misma que ha marcado el profesor/a), por parte del alumnado, crea inseguridad y el consiguiente apoyo de éste en el adulto, la sensación de incapacidad para decidir autónomamente, reflexionar y justificar las decisiones tomadas, las burlas de los compañeros/as y un ambiente de no cooperación ni diálogo.
El cambio de paradigma implica que el papel del docente sea acompañar al alumnado en su desarrollo y guiarle a través de sus experiencias, dejar que las compartan, que creen, que se equivoquen y que generen sus propios interrogantes para probar maneras de resolverlos, de esta manera, se generará una mayor implicación, autonomía y desarrollo por parte del alumnado convirtiéndose éste en el principal responsable de su aprendizaje.
Uno de los escenarios en los que se puede cambiar la manera de enseñar y aprender es la escuela y es importante que el profesorado se forme y se implique para poder trabajar estos aspectos en el aula respetando la legislación vigente, colaborando con toda la comunidad educativa y estableciendo una metodología que permita al alumnado desarrollar sus habilidades, respetando su nivel de aprendizaje y sus intereses, para que sean personas autónomas capaces de reflexionar, de decidir y de adaptarse a las circunstancias que les rodeen en cada momento para poder participar en la sociedad y cambiar la realidad.
Marga Marco Hdez. Grupo 4.
Hola a todos,
ResponderEliminarEn mi opinión, Sir Ken Robinson dice demasiadas cosas. Y son demasiadas porque cada una de ellas es enorme en importancia. Y tantas, tan seguidas... no sé a vosotros, pero a mí se me ha hecho bola. No obstante, tanto en esta como en otras conferencias suyas, los ejes sobre los que vertebra sus exposiciones son la creatividad y las epifanías por un lado y el sistema educativo actual por otro. Él cree en el talento natural de las personas y que el papel de la escuela debería ser crear las condiciones adecuadas para que estas capacidades se desarrollen libremente, a voluntad del alumno. Es un paradigma contrario, en lo esencial y en lo formal, al actual y en mi opinión ahí radica su mayor debilidad. Los cimientos que habría que remover son muy profundos y fuera del alcance, por lo que se ve, de la comunidad educativa.
Albert Sangrà no falla el tiro cuando apunta a la evaluación. La equivalencia entre esta y la calificación numérica puede ser la raíz más profunda del árbol que nos gustaría talar. Bajo mi punto de vista la comparación con estándares es la aberración pedagógica más establecida en nuestras aulas. Pero está muy bien camuflada. La evaluación-calificación se ha establecido como uno de los componentes básicos de las unidades didácticas y como rutinas en los ciclos trimestrales, cuatrimestrales o lo que sea. Además, se ha cubierto las espaldas con exámenes estatales en primaria y secundaria y con artículos y apéndices en la ley venidera. ¿Y por qué digo que se camufla? ¿Qué oculta? Que los datos numéricos y las estadísticas son, en realidad, lo único que los políticos y juristas pueden comprender del mundo de la educación. Es un empaquetado para llevar y tomar en casa de lo que sucede en el aula. El boletín de notas, las actas y las notas de corte, a pesar de ser una parte del sistema educativo, se toman por el todo para que se tengan datos que enfrentar en una cámara frente a aguerridos opositores. Pero no nos engañemos, lo que sucede en el aula, si se aprende o si no se aprende, no les importa si no lo pueden usar en su beneficio electoral.
Evidentemente la calificación no es el único hilo que tienen atado a los dedos. La financiación del sistema y la gestión del ámbito laboral también hacen y harán fuerza para impedir que el paradigma cambie.
A pesar de esta reflexión considero que la formación y la concienciación del colectivo docente podría ser el germen de la revolución que lo cambie todo. Trabajando bajo estas metodologías constructivistas, primero maestros y luego alumnos y padres podremos crear relaciones que nos consoliden como lo que deberíamos ser: una comunidad independiente de los poderes políticos.
Un saludo.
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ResponderEliminar¿Está “desfasado” el sistema educativo actual? Ken Robinson así lo cree. Nuestro sistema educativo se creó en la época de la Revolución Industrial para reforzar la producción en cadena. Por aquel entonces la mentalidad era crear un estándar para todo, de esta manera, podrían olvidarse y formar ciudadanos cortados todos con el mismo patrón.
ResponderEliminarSin embargo, que esto sea lo que “siempre se ha hecho” no es un buen argumento para seguir predicando con la misma manera de impartir clase que la del siglo pasado.
Tanto el vídeo de Ken Robinson como el artículo de Albert Sangrà nos muestran que estamos viviendo en una nueva era tecnológica, de la cual podemos aprovecharnos para fomentar la creatividad de nuestros alumnos. El método tradicional que aboga por una única respuesta correcta, reprime el pensamiento divergente de muchos estudiantes, además de cohibirlos y no responder por miedo a equivocarse.
Uno de los principales problemas del sistema es la evaluación. Como muestran los autores mencionados anteriormente, tendemos a cuantificarlo todo y ello supone un riesgo en la enseñanza. El alumno estudia para aprobar y después olvida todo lo aprendido. Debemos apoyar un sistema en el cual el alumno pueda desarrollar su capacidad creativa, su imaginación y que el aprendizaje no se base únicamente en la mera memorización de datos. Todo ello sin dejar de lado sus sentimientos, tema que ha comentado un compañero.
Como expone Balzac en el artículo de El País “la buena escuela no asfixia la creatividad”.
Navarro Castelló, Davinia Azahara. Grupo 4.
El sistema educativo actual es una copia del sistema que ya imperaba hace décadas, es el sistema que Ken Robinson critica. En mi opinión, se trata de una generalización. En general este sistema educativo desfasado es el que podemos extraer si estudiamos cualquier escuela en este momento, pero no, debemos mirar más allá. Hay maestros con ganas de trabajar y de proporcionar y hacer cambios por y para sus alumnos. Y además, como Albert Sangrá expone en su artículo, la escuela también intenta perpetuar un bagaje cultural arraigado.
ResponderEliminarLos cambios en el sistema educativo son muy lentos y no se pueden observar a simple vista, pero ya existen muchos profesores empeñados en que sus alumnos sean personas creativas, con un desarrollo moral muy alto y que hayan crecido entre valores que les proporcionen un sentido crítico necesario para plantar cara a las adversidades y los problemas de la vida actual, del siglo XXI.
Francés Tortosa, Beatriz.
Tanto en el vídeo de Ken Robinson como en el artículo de Albert Sangrà se muestra una crítica al sistema educativo actual. Tal como se afirma en el vídeo, el sistema educativo vigente en la actualidad fue creado durante la Revolución Industrial. Desde entonces el mundo ha ido cambiando y evolucionando, mientras que el modelo de sistema educativo se mantiene. ¿Por qué ocurre esto? Puede que una de las respuestas a esta cuestión la encontremos reflejada en el artículo “Creatividad, currículum y tecnología”, donde se afirma que uno de los objetivos principales de la escuela a lo largo de la historia ha sido perpetuar el bagaje cultural. Esta perpetuación provoca que el sistema educativo sea cerrado y no permita la introducción de nuevos elementos. Además de ello, otro problema que se plantea es la excesiva preocupación por las calificaciones cuantitativas. Cuando se somete a los alumnos a este tipo de evaluación no se está asegurando un buen aprendizaje de los contenidos, sino que solamente se está asegurando la memorización de éstos con el fin de superar un examen.
ResponderEliminarNo obstante, a pesar de existir escuelas donde se rigen por unas metodologías más tradicionales, también existen las que apuestan por fomentar la creatividad en sus alumnos. Este tipo de centros, que permiten a los alumnos aprender mediante la experimentación y la práctica, contribuirán a que los niños se planteen cuestiones, que tengan curiosidad, que tengan interés por aprender y que sean críticos. Sin embargo, en la sociedad actual se encuentra muy arraigado el sistema educativo tradicional, con lo cual se necesita mucho esfuerzo para poder conseguir un sistema educativo adaptado a la actualidad.
Creo que la sociedad cambia a un ritmo muy diferente al que lo hace el sistema educativo. Los cambios y continuos progresos a los que estamos sometidos hacen que nos planteemos la problemática del retardo que se vive en la formación educativa del alumno.
ResponderEliminarCuando detectamos un problema en la metodología usada para alcanzar un objetivo, intentamos paliarlo pero, consumimos un tiempo en buscar soluciones y otro bastante más extenso en hacer ver qué solución se debe aplicar.
Podríamos dejar un espacio en cada área dedicado a la creatividad, o crear una nueva asignatura en la que los alumnos puedan inventar, crear y desarrollar esa habilidad innata o aprendida. Un espacio dedicado al interior del ser humano, donde se trabaje en armonía, sin presión ni tensión.
La creatividad está íntimamente ligada a la felicidad. Si queremos conseguir que los alumnos alcancen la máxima felicidad posible a lo largo de su vida, no debemos limitar su imaginación.
Francisca Montoro. Grupo 4
Difícil práctica la propuesta en esta ocasión, puesto que debemos reflexionar sobre algo que algunos habremos vivido desde pequeños, e incluso seguimos experimentando en la actualidad. Además, yendo más allá, debemos realizar una “crítica” sobre algo en lo que puede que algunos de nosotros caigamos el día de mañana, aunque espero equivocarme.
ResponderEliminarEn cuanto al vídeo de Ken Robinson, lo que más me ha llamado la atención han sido los resultados obtenidos de su encuesta, el saber con certeza que es la educación la responsable de acabar con la creatividad, así como con el pensamiento divergente de los alumnos. Actualmente, sigue habiendo colegios en los que únicamente una respuesta es la válida, pero en realidad no nos planteamos por qué esa respuesta es la buena y no otra, no nos cuestionamos quien es el “ser supremo” que ha establecido esa solución como la mejor. Creo, que en la educación tenemos todavía demasiados tabúes y demasiados interrogantes por superar. Nos empeñamos en formar un ejército de niños, basado en que todos piensen igual y vean las cosas del mismo modo que el compañero de al lado, sin tener en cuenta que la educación es diversidad de pensamiento, es divergencia de opiniones. Sinceramente creo que, en ocasiones, limitamos a nuestros alumnos, queremos cortarlos a todos con el mismo patrón y en el momento en que uno de ellos no encaja o se desvía, se le excluye y se le deja fuera con la excusa de que “no se adecúa al sistema o no llega a los mínimos establecidos”.
De vez en cuando los profesores y maestros deberían, o deberíamos, plantearnos si estamos enseñando y educando a nuestros alumnos o si los estamos adiestrando e imponiendo “lo estándar”. ¿Realmente, les orientamos a aprender a aprender o simplemente nos limitamos a hacer lo que todos hacen? Que no es otra cosa que reproducir lo que hicieron con nosotros cuando estudiábamos, sin tener en cuenta la evolución de la sociedad.
En cuanto al artículo de Albert Sangrà, me ha llamado especial atención la frase relativa a “[…] perpetuar un bagaje cultural determinado”, puesto que con este tipo de perpetuación nos estamos refiriendo a dejar fuera a los alumnos que no cumplan unos objetivos y contenidos establecidos previamente. Pero, ¿quién establece esos criterios y en qué se basa para ello? ¿Qué motivos hay para creer que la adquisición de unos contenidos es mejor que la de otros? Y, por tanto, ¿por qué unos estudiantes son mejores que otros?
Finalmente, me gustaría destacar que para mí, el pensamiento divergente es la base de una buena educación, en la cual todos aprendan de los demás y se puedan enriquecer de esta diversidad.
Carmen Ainhoa Navarro. Grupo 4
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ResponderEliminarTras ver el vídeo y leer el artículo, sin duda, he de destacar la creatividad. Ahora me hago la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que tras toda una etapa escolar la creatividad que poseen los alumnos disminuya? Tal y como he podido ver en el vídeo de Robinson, el hecho de entrar en el sistema educativo limita nuestra capacidad creativa, pues esta nos acompaña desde bien pequeños.
ResponderEliminarComo ya han ido comentando mis compañeros, el sistema educativo actual es obsoleto. Dicho así, suena un tanto fuerte, pero bien es cierto que actualmente dotamos de más importancia a conocimientos científicos frente a materias como el arte, lo cual, no debería ser así pues no una no resta importancia a la otra. De esta manera, estamos desprestigiando la creatividad que encierra la materia del arte, de la misma manera que privamos a los alumnos de sus intereses, ideas divergentes y creatividad.
Desde bien pequeños nos enseñan cómo debemos estudiar y cómo se tiene que aprobar, ya que el único fin es obtener buenas calificaciones en vez de valorar el proceso de aprendizaje de los alumnos. Esto se traduce en memorizar y memorizar textos y únicas respuestas que tal vez, nunca podamos utilizar, pues en su momento, no supimos comprender, o no fueron interesantes para nosotros, aunque finalmente sacáramos un diez en el examen, lo cual representaba lo “inteligentes” que éramos.
Como futuros docentes, está en nuestras manos contribuir en este cambio de paradigma tan necesario en las aulas, dejando atrás un sistema de evaluación en el que lo fundamental sea alcanzar una nota, limitando la imaginación, o la creatividad, dejando pasar un pensamiento divergente y convirtiéndolo en uno convergente. Hay muchas formas de evaluar el aprendizaje de los alumnos, y es aquí donde debemos cambiar y profundizar.
Vanesa Sogorb López. Grupo 4
Pienso que con este vídeo Ken Robinson no sólo pretende criticar la educación en la sociedad actual sino también persuadir y motivar a todos y cada uno de los futuros docentes con el objetivo de cambiar este paradigma en el que nos encontramos, evitando con ello que en nuestra futura práctica laboral “acotemos” el pensamiento de nuestros alumnos.
ResponderEliminarPor otro lado, estoy de acuerdo con el autor en que la sociedad en la que vivimos divulga una educación similar a la época de la Revolución Industrial ,donde el único objetivo presente era formar nuevos trabajadores para poder adaptarlos de forma lo más adecuadamente posible a estas necesidades laborales. Con ello, se elimina la posibilidad de conseguir un alumnado con pensamiento divergente.
En la sociedad actual, ocurre un caso similar al de esta época, con la condición que los que fiscalizan el pensamiento de los alumnos impidiendo la “explosión” de su creatividad son los propios docentes (quizás apoyados en los libros de texto), esos “aparatos” que en vez de guiar nuestro aprendizaje nos conducen por el camino que la editorial o el propio sistema persigue. Bien es cierto que, no es fácil cambiar este paradigma y huir de los parámetros establecidos por los libros de texto, puesto que en algunos casos, son los propios padres los que inducen a los docentes a seguir el aprendizaje de los libros para poder compensar el gasto económico que han sufrido con su compra.
Para poder cambiar este paradigma, y apoyándonos en las bases establecidas en el artículo de Albert Sangrà debemos intentar practicar un modelo de aula en nuestra escuela semejante a la que Albert hace referencia y dice que propicia la imaginación, la invención y la búsqueda permanente de la mejora. Para ello, debemos ejercer nuestra libertad de cátedra en nuestras clases y no pensar que el currículum es el culpable del acotamiento del pensamiento divergente sino la propia sociedad dirigida principalmente por algunos padres y, lo que es peor, por algunos docentes.
Carlos Alberto Carbonell Hernández
El curso pasado tuvimos la oportunidad de volver a pisar las aulas de un colegio y de comprobar si la situación había cambiado desde aquellos maravillosos años como alumnos. Mi conclusión, teniendo en cuenta mi experiencia y la de mis compañeros, es que cada colegio es un mundo. Es decir, hay escuelas cuya metodología se muestra más cercana al modelo tradicional (y se ciñen al currículo a través de los libros de texto) y otras se apoyan en un modelo constructivista (donde los profesores crean sus propios materiales). Mis prácticas se pueden ubicar en la primera categoría por lo que, tras tres cursos en esta Universidad escuchando las bondades del método constructivista, me sentí bastante decepcionada. En este sentido, Albert Sangrà hace referencia en su artículo a la visión de la escuela “como instrumento de transformación social o de conservación cultural”. En mi opinión, el problema es si realmente queremos una transformación social.
ResponderEliminarEl modelo que aboga por la conservación cultural es el mayoritario hoy en día: el que está obsesionado con cumplir con el currículo, con mantener a los niños en completo silencio ante las explicaciones del maestro, con premiar a los alumnos con buena memoria a través de las calificaciones más altas y de no fomentar la creatividad, entre otras cosas. Aunque considero estas características negativas, hay muchos partidarios de esta metodología entre los profesores, los padres y la sociedad en general, y creo que ese es el motivo por el cual sigue tan presente. Sin embargo, creo que la revolución tecnológica de los últimos años necesita un cambio en muchos sentidos, incluyendo un cambio metodológico en la escuela, que espero que poco a poco tenga lugar.
Respecto al tema de la creatividad, si los alumnos se dedican únicamente a memorizar conceptos y se les evalúa sólo por las calificaciones obtenidas en los exámenes, es imposible que puedan desarrollarla. Pienso que evaluar es bastante más que sumar notas, se ha de tener en cuenta el esfuerzo, el comportamiento y cooperación con los compañeros, el proceso, la autonomía, la creatividad…
Después de haber visualizado el vídeo de Ken Robinson y haber leído el artículo "Creatividad, currículum y tecnología" de Albert Sagrà, he concluido que la enseñanza que tenemos en las escuelas está regida por un currículum muy cerrado y una estandarización que no permite a los alumnos desarrollar un pensamiento divergente, sino limitarlo junto a la creatividad.
ResponderEliminarAntiguamente los maestros daban clases a los niños según las necesidades y los intereses que ellos tenían, partiendo así de sus conocimientos previos y su nivel de aprendizaje. Pero, el sistema educativo que tenemos hoy en día pretende encajar a todos los alumnos y alumnas en un mismo nivel utilizando de guía sólo su edad, como bien dice Ken Robinson centrándose en su "fecha de fabricación". Ésto crea un desajuste educativo, en el cual algunos niños avanzan lo que pueden y otros se quedan atrás. Los profesores difícilmente tienen la oportunidad de elegir su forma de enseñar, ya que también están anclados a un currículum lleno de bloques, objetivos y otros elementos que no les dan libertad de elección en muchos casos.
En el vídeo también se comenta que el pensamiento divergente va disminuyendo conforme crecen los niños, cosa que debería ser al revés. Es por ello, que por ejemplo algunos genios de la Historia como Albert Einstein han tenido fracaso escolar. Sabiendo todo lo anterior, ¿por qué no cambiamos el sistema educativo? Actualmente, la diversidad y el bagaje cultural va aumentando y pide desesperadamente un cambio, pero detrás sólo hay un interés de conservar y mantener lo que había y crear personas para la producción en cadena, es decir, por intereses económicos.
Finalmente, considero que la escuela debe cambiar y centrarse en el nivel y los intereses de los alumnos, así como darle una funcionalidad y finalidad tanto a los objetivos como a los contenidos, facilitando la creación de genios y personas apasionadas por aprender.
Desde mi punto de vista, el problema reside en la evaluación. En la escuela se les pide a los alumnos que memoricen las respuestas para poder aprobar un examen, puesto que si no responden lo mismo que aparece en el libro de texto no les dan las respuestas por válidas. De esta forma lo que se evalúa es la capacidad de memorizar de cada alumno, y la nota no siempre refleja la comprensión y el aprendizaje.
ResponderEliminarConozco varios casos de niños que memorizan todo, sin comprender el significado de lo que estudian porque saben que así aprobarán los exámenes. Piensan que no es necesario entenderlo porque aunque lo comprendan, en los exámenes no pueden explicarlo con sus palabras, supondría un suspenso, y como para todos, aprobar un examen con buena nota es muy importante.
Pienso que lo primero que habría que hacer para no limitar el desarrollo de la creatividad es cambiar los modelos de examen, la forma de evaluarlos y por supuesto no obligar a los niños a memorizar los recuadros amarillos que aparecen en los libros de texto.
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ResponderEliminarTras analizar con detalle el vídeo de Ken Robinson y el artículo que lo complementa elaborado por Albert Sangrà, debo decir que comparto comentarios expuestos por ambos.
ResponderEliminarCoincido con el pensamiento de Robinson cuando comenta que “tener una titulación a día de hoy no es una garantía, pero es bueno poseerla para el mañana”. Por ello, como futuros docentes debemos y tenemos la tarea de incentivar a nuestros alumnos para que continúen con su formación y así alcanzar junto con nuestra ayuda un desarrollo integral de su persona. También comparto con dicho autor que la sociedad actual se centra en la economía y no se les da la relevancia suficiente a los niños, desaprovechando las potencialidades y capacidades brillantes que poseen. De este modo, alumnos con un conocimiento privilegiado, a lo largo de sus estudios se pierden en el camino, bien porque sus profesores no los han detectado o porque pueda resultar más fácil llevar un seguimiento de aprendizaje común para todos. Con ello quiero decir que es importante que los docentes sean capaces de percatarse de los alumnos más avanzados como también de aquellos que requieren mayor apoyo para poder continuar el ritmo de aprendizaje del aula. Por tanto, se requieren profesores con una buena formación y sobre todo con mucha vocación por su trabajo desempeñado.
Ahora bien, con respecto al artículo de Sagrà, cabe decir que como bien comenta el autor me identifico totalmente con el tipo de enseñanza que explica, ya que mi formación académica ha sido a partir del método tradicional en que el protagonista era únicamente el docente y los estudiantes pasaban a estar en un segundo término sin la posibilidad de desarrollar su personalidad a partir de la participación activa. Por ello, como futura docente me gustaría cambiar este tipo de paradigma educativo partiendo por hacer uso de un método constructivista y empírico en el que los alumnos puedan relacionar todo aquello que se estudia en la escuela con su vida cotidiana y así conseguir mayor interés. También invito al resto de compañeros a luchar por conseguir que en nuestras futuras aulas los niños puedan llegar a desarrollar un pensamiento divergente en el que las múltiples respuestas sean consideradas. Además, desearía erradicar la obsesión por cuantificarlo todo para que los niños se sientan menos presionados y aprendan con mayor actitud y no solo para conseguir un aprobado. Aunque me planteo cuestiones similares a otros compañeros en este aspecto; ¿Creéis que las familias aceptarían que a sus hijos no les proporcionaran sus maestros ningún tipo de calificación? ¿Los padres prefieren que sus hijos sean creativos o ver una buena nota? Hay muchas preguntas que se podrían plantear pero no podemos encontrar respuestas si no nos arriesgamos a ser innovadores.
Debemos dejar huella en la vida de nuestros futuros alumnos. Ánimo!
Galán Cabrera, Cristina. Grupo 4
A raíz del visionado del vídeo de Ken Robinson y el artículo sobre creatividad en referencia al anterior son muchos los puntos que se ponen en debate, pero que a su vez la mayoría de nosotros, estudiantes de 4º, no podemos obviar. No obstante parece que o los dejamos pasar de largo o simplemente los dejamos en manos de aquellos que parecen disponer de la suficiente valía como para hacer frente a todo un sistema educativo arraigado en nuestra sociedad.
ResponderEliminarSon muchos los aspectos a comentar, pero viendo la escuela actual no es difícil de distinguirla de una fábrica de morcillas, si seguimos con este símil deberemos tener en cuenta que en la fábrica existirá un encargado donde vele porque cada morcilla sea igual a las demás y que la diferente será desestimada o rechazada por el propio encargado. ¿Acaso no sucede esto en las escuelas? El encargado en este caso, nosotros mismos, estamos velando porque cada uno de nuestros alumnos aprendan las mismas cosas, en un espacio, en un tiempo y época determinada; una vez pasada y si éstas no se han superado, no han pasado el ‘control de calidad’ (examen,) conllevará directamente al rechazo, a la negación como persona, es decir, ser un fracasado escolar.
Pero ¿qué se pretende conseguir en una sociedad donde todos sus ciudadanos saben lo mismo, piensan de la misma forma y se comportan de forma similar? ¿Podría ser el control? Tal vez no lo esté enfocando desde el punto de vista del vídeo, es decir, desde la producción de alumnos para ser implementados en un mundo capitalista, pero considero importante también este punto de vista y su planteamiento. ¿El hecho de que hayamos pasado por un sistema educativo que en su mayoría intenta homogeneizar todo aquello que aprendemos, nos lleva a pensar que somos ciudadanos implicados en nuestra sociedad y seres formados en personalidades diferentes e individuales entre sí? Para mi particularmente la respuesta es claramente que no.
Es aquí donde entra el papel de la creatividad y el pensamiento divergente, cada ser humano es en sí mismo diferente e irrepetible, de nada sirve seguir un patrón para 30 alumnos, y si lo seguimos, claramente lo estamos abocando hacia la estandarización: eliminando su creatividad y el pensamiento divergente, es decir, las señas de identidad de cada uno de nosotros, nuestros aspectos más significativos lo que nos diferencia de los demás. La educación debería partir de los intereses, conocimientos, inquietudes y particularidades de cada alumno, premiando su proceso de aprendizaje y no alabar una respuesta correcta en un día X a la hora X en una hoja de examen. Nuestro sistema está regulado por un sistema de evaluación homogéneo y calificativo donde únicamente se premia al que consigue llegar por un mismo camino a la ansiada respuesta correcta: única e invariable ¿creatividad?
Miguel Ángel Martínez Díez
Grupo 4
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ResponderEliminarDespués de a ver visto el visionado de Ken Robinson y de leer el artículo de “Creatividad, currículum y tecnología” de Albert Sangrà, podríamos considerar que son muchos los aspectos que llaman nuestra atención, principalmente porque somos alumnos de magisterios y observamos cómo se está tratando la educación en la mayorías de las escuelas, además de que sabemos que muy poca gente hace algo al respecto, y en caso de hacer ,solamente es para perjudicar aun más el sistema educativo, no para mejorarlo.
ResponderEliminarEn el visionado Ken Robinson se comenta que la educación se ha concebido en una institución, la escuela, y se han establecido horarios y contenidos estrictos, no dejando lugar para la creatividad y la imaginación, ante tal afirmación, estoy totalmente de acuerdo. Hoy en día cuando los alumnos llegan al colegio llegan con un gran potencial de imaginación, principalmente porque nadie les impone ningún pensamiento “correcto” o ninguna idea “mejor que otra”, simplemente piensan y crean constantemente cosas inimaginables para nosotros, ya que nosotros, nos guste o no, estamos encerrados en un mundo donde solo hay una respuesta correcta, pues las demás no tienen sentido o mejor dicho “no cumplen lo que se está pidiendo”. ¿Por qué se ha permitido llegar a este punto? ¿Por qué la creatividad no tiene el lugar que le corresponde? ¿Es la formación de los profesores la causa o una de las causas de que las escuelas hayan acabado con el potencial imaginativo de los alumnos? Desde mi punto de vista hemos llegado a este punto porque la formación de nuestros profesores no es la correcta, pues como se expone en el artículo de Albert Sangrà, valoramos a las personas cuantitativamente no cualitativamente, ¿esto que no lleva a pensar?, nos lleva a pensar que no podemos pedirle a los profesores que evalúen a los alumnos teniendo en cuenta sus aprendizajes y dejen de lado pasar pruebas, porque ellos mismos están formados así, es decir, la formación de futuros profesores en la universidad, se basa en notas de exámenes, no en creatividad, de tal modo, que cuando estos estudiantes obtienen el puesto de trabajo de profesores hacen exactamente lo que han hecho con ellos, evaluar dependiendo de lo que se sabe o no.
Otro punto que ha despertado interés en mí ha sido la sectorización de los alumnos en las clases. Como muestra Ken Robinson los niños están agrupados por edades, independientemente de sus gustos, de su forma de trabajar, de sus motivaciones, de su nivel intelectual, de sus dificultades…Simplemente han nacido en un determinado año y por tanto tienen que pertenecer obligatoriamente a un curso. Ahora bien ¿tenemos los suficientes recursos para satisfacer las necesidades de cada niño en tanto que no puedan seguir el nivel de la clase? Obviamente no, no olvidemos lo que Albert Sangrà nos muestra en su artículo: “la escuela ha pretendido durante siglos perpetuar un bagaje cultural determinado. Un bagaje entendido como denominador común, que deja poco espacio a la diversidad. La herramienta por antonomasia que ha hecho esto posible ha sido el currículum”, es decir, no importa, si un niño está preparado o no para aprender lo que en su curso se ha determinado, lo ha de aprender si o si, si no es en un año serán en dos dado que repetirá curso, esa es la única solución que podemos obtener. Por desgracia, aun no he visto que a un niño con algún tipo de problema se le proponga un libro o material diferente, pero que pueda ser evaluado como el resto de niños de clase.
Por último, otro aspecto que considero que es importante es el tema de la metodología, Sangrà en su artículo determina que la metodología es el elemento central que distingue a unas escuelas de otras. No obstante, una buena metodología debería satisfacer no solo los propósitos del currículum, sino también los intereses de los alumnos, además, de favorecer y dar el lugar que se corresponde a la creatividad.
Ya hay demasiadas personas iguales, dejemos que alguien sea creativo.
Hola Compañeros! Me gustaría aportar un artículo que se ha publicado en "El País" y me parece muy interesante. Además trata aspectos relacionados con todo lo que estamos aportando en esta práctica 0. En el artículo, profesionales de la educación explican sus métodos, distintos y sorprendentes. También un profesor que está ejerciendo la profesión comenta que en sus primeros años era más tradicional en la enseñanza que impartía con sus alumnos como resultado de la formación nada innovadora recibida en Magisterio.
ResponderEliminarhttp://elpais.com/elpais/2013/09/11/eps/1378930400_452755.html
Un Saludo.
Tanto la escucha del vídeo, la observación de los dibujos de Mr. Robison y la lectura del artículo de Albert Sangrà me ha hecho reflexionar sobre mi primera toma de contacto con los alumnos, es decir, el praticum I. El hecho de haber realizado las prácticas junto a dos tutoras de metodología muy distinta (tutoría compartida), pude observar las ventajas y beneficios de la enseñanza con un currículo abierto que deja libertad al alumno para expresarse, dar juego a su creatividad y, con ello, la consiguiente motivación y actitud positiva por parte del alumno hacia la asignatura en cuestión. Con esta metodología los beneficios son evidentes pero me gustaría destacar que todo depende de la actitud del docente, ya que en la actualidad todos reciben cursos de reciclaje o de información relevante para innovar en el aula pero no es funcional si después no lo ponen en práctica (este profesorado abunda). En ellos esta la solución ya que las herramientas las tienen en sus manos.
ResponderEliminarCreo que somos muchos los que estamos dispuestos a ponernos en marcha y cambiar el sistema por lo que, si nos dan oportunidad de trabajar, en unos pocos años la evolución será evidente.
Me ha asombrado todo lo que cuestiona Mr. Robison, ideas en las que plantea cuestiones que no he sido capaz de darme cuenta o cuestionarlas previamente de haber visto el vídeo, pero hay otras ideas como el tema del TDAH de la que opino que si no está del todo formado es mejor no hacer comparativas o suposiciones.
Un saludo.
Desde mi perspectiva, la visión de Ken Robinson es más acertada que la de Marina, ya que promueve la libertad neuronal del alumno, mientras que Marina, además de criticar la metodología de Robinson, pretende imponer la suya como cierta y absoluta.
ResponderEliminarPartiendo de la base de la metodología de Ken Robinson, debemos matizar que la creatividad a su libre albedrio sin ningún tipo de autocontrol o pautas a seguir, puede bifurcar en un caos inútil e inservible. Con esto, quiero expresar que la enseñanza basada en la creatividad es más compleja de lo que aparenta. De ahí que la mayoría de los docentes se decanten por impartir la enseñanza tradicional que define José Antonio Marina ya que les supone menos complicaciones y menos “dolores de cabeza”. Después de estos análisis, podemos apreciar que la educación basada en la creatividad que defiende Robinson tiene demasiadas lagunas, por lo que habitualmente no suele ser impartida correctamente.
Para crear una metodología educativa que promueva la creatividad, o por lo menos que dé al alumno la opción de poder elegir el camino creativo, tenemos que tener en cuenta que al llevarla a cabo aparecerán puntos críticos en la metodología. Como pueden ser:
-la evaluación,
-que la creatividad nos tiene que llevar a un resultado,
-que la idea no puede quedarse en una simple idea, sino que debe llevarse a cabo y probarse,
- el tiempo, ya que el curso tiene una duración, al igual que las clases, y el alumno debe tener un tiempo determinado para poder desarrollar los trabajos que tenga que hacer, etc, y adquirir los conocimientos. Este factor lo tiene que tener en cuenta tanto el alumno como el docente.
- etc.
Seguramente, si siguiésemos analizando esta metodología, encontraríamos a la hora de impartirla más puntos críticos a tener en cuenta, pero lo importante de este método de enseñanza es tener en mente el concepto general de dicha metodología para no desviarnos de nuestro objetivo.
Una cita a tener en cuenta a la hora de llevar esta metodología y no desviarnos es “cabalgar a hombros de gigantes”, es decir, la creatividad debe ir acompañada de unos conocimientos previos que permitan que esa creatividad sea efectiva.
Tras ver el vídeo de Ken Robinson y leer el artículo Creatividad, currículum y tecnología, de Albert Sangrà, me gustaría decir que:
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo en que la escuela necesita un cambio metodológico, pues como bien dice Ken Robinson debemos ir justo en la dirección contraria a la estandarización, ya que ésta limita nuestra creatividad. En el aula debemos dar paso a la imaginación, a la creatividad e interpretación, y dejar que los niños creen y se expresen conforme ellos quieran.
Somos muchos los que nos hemos visto obligados a responder preguntas conforme están en el temario por miedo a suspender si dábamos respuestas diferentes. Hemos tenido un aprendizaje basado en la memorización y sinceramente ahora no recordamos ni la mitad de las cosas. Por tanto, ¿sirve de algo este tipo de aprendizaje? Yo diría que simplemente nos ha proporcionado el aprobado.
Al igual que Albert Sangrà considero que la evaluación es un punto fundamental, siendo la gran responsable de acotar nuestro pensamiento divergente y la causante de que en la escuela se siga un currículum cerrado.
Pero, ¿cómo evaluar la creatividad?, es mucho más fácil evaluar ejercicios cerrados y simples. Ésta es una gran cuestión que deberíamos respondernos todos y cada uno de nosotros. Sin duda no debemos buscar el camino más fácil, sino el más efectivo.
En definitiva, considero que nosotros como futuros docentes tenemos un papel muy importante, pues seremos los encargados de realizar este cambio metodológico.
Grupo 4. Mónica Selva.
Se establece la prioridad de abordar un cambio de paradigma en la extensa red de la educación pública. La significación y el significado del término “capacidad” han de variar no solo dentro de nuestro sistema educativo (concepto enraizado en su reserva genética, según Robinsson), sino también en todos los contextos sociales, culturales y económicos que envuelven el vivir.
ResponderEliminarY, claramente, todo esto conlleva una transmutación, casi de ave Fénix, del vasto universo educativo. Se desencadena la difícil tarea de encontrar ese equilibrio inestable entre todos los elementos fácticos (y no tan fácticos) del proceso educativo. Si la estructura real de nuestra educación responde a fórmulas diacrónicas quizás debería buscar conexiones sincrónicas.
Un ejemplo bastante significativo de la asincronía educativa que vivimos vendría representado por el currículo, ese cuerpo estándar y estandarte de la ordenación educativa que homogeneiza conocimientos y tan poco espacio deja a la fascinación, aunque su naturaleza sea abierta y flexible. Los principios y los fines educativos presentados en el marco legal favorecen esa concepción constructivista del proceso de enseñanza y aprendizaje, pero ¿cómo se reflejan en las aulas? ¿Cuáles son las vías que recorren hasta alcanzar el pupitre?
¡Ay, nuestra educación, que tiene la cabeza en el futuro (2.0) y los pies en el pasado (Obdc)! Esto, por supuesto, es una opinión, no una generalización.
Inmaculada Ortega
Grupo 4
Una de las cosas que más me ha llamado la atención en el vídeo de Ken Robinson es cuando comenta la pérdida de la creatividad en los niños conforme se van haciendo mayores. Robinson afirma que esto se debe a que durante ese tiempo los alumnos han sido sometidos al sistema educativo que fomenta una respuesta única a cada cuestión. Pienso que algunas asignaturas permiten más que otras la variedad de respuestas, y es muy difícil, tal y como dice Angrá en su artículo, dar cabida a toda la información existente sobre cualquier disciplina en el espacio limitado de un currículum.
ResponderEliminarSin embargo, estoy de acuerdo con Robinson en que es importante fomentar la creatividad en todos los niveles, incluida la forma en que se ejerce la docencia. En mi corta experiencia he tenido tiempo de darme cuenta de la importancia que le dan algunos profesores a acabar el libro, aunque haya unidades que los niños no hayan podido asimilar correctamente, en lugar de incidir más en esa unidad, aunque se les dedique más tiempo, e introducir los conocimientos que no se hayan podido ver, en otras asignaturas. Por ejemplo, si a los niños de 1º de primaria en matemáticas les cuesta más tiempo del establecido en asimilar el tema de las decenas, el profesor tendría que dedicar más tiempo a explicarlo, y si por este hecho no da tiempo a ver algún otro tema, introducirlo dentro de otra asignatura, enfocándolo de distinta manera, como por ejemplo, temas de geometría se podrían ver en plástica, temas de historia se podrían ver en lengua, etc.
En definitiva, la creatividad no debería ser una palabra que te hace pensar solo en asignaturas como plástica, ya que este término no engloba solo cuestiones como decidir si pintas un elefante de rosa o de marrón, sino que hay otras asignaturas en las que en un principio parece imposible trabajar la creatividad, y sin embargo puede hacerse fomentando el pensamiento crítico y la diversidad de opiniones y de respuestas posibles a una cuestión.
Elena Brotons
Grupo 4
Como bien propone Ken Robinson es necesario cambiar el paradigma educativo que está presente década tras década. El mero hecho de cambiar el sistema educativo no sólo debe suponer cambiar leyes y documentos que lo reflejen como pasa actualmente, sino que se ha de cambiar con ello la forma de pensar y de actuar sobre dicho sistema. La necesidad de evolucionar en el sistema actual viene desde la reforma del sistema de educación pública con la confrontación del futuro, a la aplicación de los mismos métodos que en el pasado no han sido efectivos.
ResponderEliminarJunto con esta necesidad de cambio de paradigma educativo, Ken Robinson apuesta por el pensamiento divergente, el cual estamos acostumbrados, como bien recalca, a pensar que es tener creatividad. Pero como futura docente considero que uno de los aspectos a destacar en el proceso de aprendizaje de los niños, es la creatividad. Y con todo lo expuesto anteriormente, decir que el sistema falla en determinados aspectos, y la creatividad no es una excepción. Por tanto en el ámbito docente no debe faltar la cooperación y colaboración de los propios intereses, con el fin de remediar la situación actual.
Irene Alas Candela
Grupo 4
Estoy de acuerdo con lo que dice Albert Sangra en cuanto a la evaluación. En mi experiencia, en casi todas las clases de la universidad que he tenido, el objetivo ha sido aprobar las pruebas para sacar buenas notas. Pero creo que eso acarrea muchos problemas. El problema no es sólo que el alumno no entiende el significado de lo que aprende. Cuando el objetivo es memorizar y repetir mecánicamente la información para aprobar un examen, el alumno empieza a odiar el aprendizaje. Esto es el problema más grave. El método de evaluación que tenemos en la actualidad le quita la gracia de aprender; en vez de aprender por el amor de aprender, el alumno aprende para sacar buenas notas. Como docentes, podemos cambiar el objetivo de la evaluación para que sea "una herramienta para mejorar el proceso de aprendizaje" en vez de una herramienta con que podamos identificar y juzgar a las personas "académicas" de las personas "no académicas".
ResponderEliminarTambién, creo que es importante notar que, como dijo Ken Robinson en el video, aunque el sistema de educación que tenemos hoy en día causa problemas para la mayoría, sí beneficie a algunos alumnos.
Liliana Carr
Grupo 4
En la actualidad se está intentando cambiar la metodología en las escuelas, aunque los resultados son poco visibles debido a la falta de cooperación entre todos los miembros de la sociedad.
ResponderEliminarPara empezar, se critica una metodología tradicional, se habla de la necesidad de un cambio en el proceso de enseñanza y aprendizaje; pero luego, son los propios padres los que exigen a los maestros una cualificación, una nota numérica ya que así como bien indica el artículo de Albert Sangrà, todo parece que marcha bien, que el docente hace bien su trabajo.
En mi opinión desde el momento en que se exige esto se está cometiendo un error, un aprendizaje enciclopédico, donde lo más importante es la memorización, aprender un montón de nombres y conceptos para poder soltarlos en el examen y aprobar el examen, sin más.
De esta forma se deja de lado la creatividad, pasando a un aprendizaje enciclopédico, monótono y cerrado, cohesionando a los alumnos a que no desarrollen su creatividad. Así pues, se deja de lado el desarrollo del pensamiento, de la originalidad y de aprender de verdad.
Bajo mi punto de vista, debemos cambiar este tipo de pensamiento y fomentar el aprender de verdad, es decir, un aprendizaje significativo, potenciado el interés por aquello que se aprende. Aplicando distintas formas de evaluación, basada más en el proceso y la evolución de los alumnos que en el resultado final.
Isabel Mas
Grupo 4
¿Habéis oído hablar de las inteligencias múltiples? Parece ser que aquellos que constituyen las directrices del sistema educativo no lo han hecho o al menos no demuestran haberlo hecho. Nuestro sistema se rige por leyes, decretos y demás directrices que han sido impuestas por a manos de políticos, aconsejados supuestamente por pedagogos que curiosamente nadie conoce.
ResponderEliminar¿El problema es la falta de creatividad? ¿El sectarismo tal vez? ¿Las etiquetas y calificaciones? Como decía un compañero anteriormente, hay tantas preguntas en este paradigma educativo que es muy difícil aclararse. Personalmente creo que uno de los grandes problemas en el sistema educativo es la falta de coherencia con la realidad y el contexto de toda la comunidad educativa. No se puede pretender desarrollar al máximo las capacidades de cada individuo si este es clasificado y estereotipado previamente. Si se exigen unos mínimos a alcanzar de una manera única y global para todos. Pero, ¿acaso somos todos iguales?
Se da por hecho que aquellos que nacieron en un mismo año deben desarrollar las mismas características comunes, como si de clones se tratase, ya que de no ser así es demasiado probable que se convierta en “el tonto de la clase”. Lo malo es que este hecho esta aceptado por la sociedad, los padres, los profesores se marcan retos personales para satisfacer su ego: “he podido acabar toda la programación”, “mi hijo no ha repetido curso, no es un vago como el hijo de la vecina”… En poca medida se tiene en cuenta el aprendizaje significativo y el desarrollo de sus competencias o habilidades. Lamentable.
¿Existen otras salidas paralelas al sistema educativo tradicional? Personalmente, he oído hablar de otro tipo de centros que ofrecen una alternativa: las Comunidades de Aprendizaje. Estos centros se basan en directrices aceptadas por la Comunidad Científica Internacional en Ciencias Educativas (no propuestas de políticos, sino evidencias comprobadas y puestas en marcha por educadores). Es decir, las Comunidades de Aprendizaje toman como referente las teorías y prácticas basadas en la inclusión, trabajando de manera igualitaria y dialógica, la competencia y la solidaridad. Además, el currículum a llevar a cabo es un currículum de máximos, no de mínimos, así pues, el alumno no se ve limitado por llegar a una meta mínima, sino que se le motiva, mediante un ambiente colaborativo, a llegar al máximo en todo momento. Cabe destacar que en todo momento se tiene en cuenta el contexto real del alumno, ampliando la comunidad escolar más allá del edificio escolar, integrando al barrio entero dentro de la escuela: aprendiendo unos de otros.
Estos centros existen y están demostrando su éxito en los resultados y su validez en el sistema escolar. Os invito a que veáis alguna conferencia de Ramón Flecha en Youtube sobre este tema. Espero que os guste y sigáis buscando información, merece la pena.
¡Un saludo!
Rocío Rubio
Grupo 4
Gracias por tu comentario Rocío: has aportado algo interesante con tu referencia a las «Comunidades de aprendizaje». Algunas de las dificultades que Flecha suele indicar para llevar esos proyectos a la práctica son similares a las que hemos comentado estos días en clase.
EliminarPedro
Estoy totalmente de acuerdo de que “la evaluación nunca debe ser un fin en sí mismo, sino una herramienta para mejorar el proceso de aprendizaje”, tal como señala Albert Sangrà, ya que es muy complicado poder establecer una respuesta educativa global al alumnado.
ResponderEliminarCada contexto o situación educativa, requieren una adaptación al medio en el proceso de enseñanza y aprendizaje para optimizar el mejor desarrollo del alumnado y de la tarea docente, por eso es casi imposible establecer unos patrones generales a la hora de enseñar. Así también, se ha de tener en cuenta la situación social que se está viviendo en el momento para poder determinar actuaciones educativas acordes a la época.
Vemos que la educación escolar surge de una necesidad de formación de los ciudadanos para dar respuesta laboral a un sistema en el que la industrialización estaba en auge y que, como nos muestra Robinson, los centros escolares representan una organización totalmente encaminada a la futura incorporación de los alumnos en el sistema laboral, un sistema controlado y cerrado en el que se deben de seguir los cánones establecidos.
El cuantificar y poner un valor numérico a un trabajo determinado es una tarea muy difícil, por lo que se establecen unos criterios que determinan si el trabajo realizado es de 10 o de 0. ¿Pero se está de acuerdo siempre con seguir el criterio establecido? La respuesta es no, pero en la mayoría de los casos, la comodidad lleva a no hacer nada para que esto se cuestione y cambie. Y éste sea posiblemente el principal problema, la conformidad.
Por otro lado, las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante en este cambio, ya que han revolucionado tanto el sistema laboral como la manera de ver el mundo en general. Un cambio social y comunicativo que ha cambiado la forma de pensar y de actuar. Esto conlleva una formación continua y una dedicación extra a ponerse al día con todos los avances que se puedan aprovechar para el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero no todos se esfuerzan por conseguirlo.
La mayoría se acomoda siguiendo los patrones establecidos y no cuestionándose si es o no el adecuado para llevar a la práctica en sus aulas, por lo tanto, se produce un estancamiento que hace más complicado adecuarse a los cambios sociales, culturales y tecnológicos que puedan estar produciéndose. Y sobre todo, con esto desvaloran por completo la creatividad y el sentimiento que el alumno ha querido reflejar en el trabajo.
El sistema educativo fue creado en otra época, con unos ideales y necesidades diferentes a las que se tienen en la actualidad. La sociedad cambia, y la escuela, que es quien forma a los futuros ciudadanos, debería evolucionar paralelamente para atender a sus necesidades.
ResponderEliminarSin embargo, hay veces el sistema no acompaña a cómo se quieren hacer las cosas. La ley afirma que la educación tiene que servir para que los seres humanos puedan insertarse en la sociedad en todos los ámbitos, desde lo profesional a lo sentimental.
A pesar de que se intente provocar entornos pedagógicos adecuados para los alumnos, ocurre con mucha frecuencia que los maestros tienen poco margen de maniobra porque los centros; equipo directivo, otros profesores, padres, etc. les exigen llegar a ciertos parámetros establecidos en el PEC. Con eso, lo que se consigue es que la elección de contenidos, materiales y temporalidad entre otros se ve condicionada por la presión que ejercen el resto de componentes del sistema educativo.
Por eso, tenemos que tener claros los objetivos. Un maestro tiene que saber qué quiere enseñar y qué quiere que los alumnos hagan o aprendan. Si se tiene claro el objetivo y la meta, no importa cuál sea el método mientras se cumpla el objetivo. Debemos conocer diferentes herramientas y materiales de los que podamos aprovecharnos para conducir el aprendizaje de la forma más dinámica y didáctica posible. Además, hemos de realizar un continuo proceso de reflexión sobre lo que se está haciendo.
Vivimos en una sociedad en la que tenemos a nuestro alcance una gran cantidad de información y los alumnos tienen acceso a ella fácilmente. Las nuevas tecnologías son una opción asequible y positiva, pues con ellas pueden acceder a esa información y desarrollar otras capacidades. Pues, son niños y necesitan experimentar, buscar, indagar, encontrar, equivocarse, volver a probar, etc. Por esa razón, tenemos que ser conscientes de sus necesidades e intereses y aprovecharlos para enseñarles, para motivarles, para dejar que se expresen y que sepan relacionarse en la sociedad en la que viven.
Tras haber visto y escuchado el vídeo, tengo que decir que me ha parecido muy interesante. Se tratan cuestiones que están en boca de todos hoy en día y que nosotros, como docentes, deberemos plantearnos.
ResponderEliminarHe de decir que estoy de acuerdo en casi todo lo que explica Ken Robinson en este vídeo. Creo que las reformas educativas son necesarias, pero sólo si se hacen realmente para mejorar la educación y adaptarse al presente y a la realidad que viven los niños. Sin embargo, cuando las razones de este cambio se vuelven económicas, se pierde el sentido. Educacón y economía son palabras que no deberían usarse en la misma frase; por desgraca, la realidad es bien distinta. Por otro lado, la otra razón que expone Ken Robinson es la cultural, exponiendo la necesidad en los alumnos de crearse una "identidad cultural". Esta identidad ha de ser individual y personal de cada alumno y la escuela ha de proporcionar al niño la ayuda necesaria para llevar este proceso a cabo.
Así que pienso que reforma educativa sí, pero sólo si es realmente necesaria y mejora la calidad de la educación y la vida escolar de los alumnos. Por otro lado, es cierto que la situación actual es desmotivante para todos, pero sobretodo para los niños y para las personas que estudiamos en la universidad. Antes, la motivación estaba en estudiar y conseguir un trabajo después; ahora, aunque estudiemos será muy complicado conseguir uno.
Uno de los aspectos que más me ha interesado al ver el vídeo ha sido el del pensamiento divergente. Me ha impresionado saber que, tras el test realizado por Ken Robinson a lo largo de los años, el pensamiento divergente de los niños decae. La conclusión a la que él llega es que estos niños más mayores ya han tenido una formación académica en la que se les ha explicado que sólo existe una respuesta correcta. Yo también coincido con él y me parece muy triste. La educación debería servir para ayudar a los niños a desarrollar la creatividad. Debería enseñarse partiendo de distintos caminos y llegando a múltiples conclusiones; explicar que no sólo hay una respuesta correcta ante una pregunta y que los puntos de vista diferentes nos enriquecen como personas y nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea.
Parece que la escuela aún no ha comprendido del todo este concepto. Es nuestro trabajo cambiarlo.
Muchos de nosotros afirmamos que la educación va mal, pero ¿qué hacemos al respecto? Tras mi experiencia en el prácticum he llegado a la conclusión que muchas veces los profesores no hacen nada por modificar su metodología. ¿Porque la van a cambiar si es "eficaz"?.
ResponderEliminarCreo que el problema no es solo de los docentes sino también de la sociedad, muchas veces son los propios padres a los que les da miedo que el profesor utilice una metodología diferente a la que él esta acostumbrado.Pero sin duda alguna, si queremos un alumnado creativo, antes debemos tener profesores creativos y como no, una sociedad creativa.
Verónica Molina Pastor. Grupo4
Los docentes del siglo XXI nos enfrentamos a un gran reto: afrontar los cambios necesarios para que el proceso de E/A dentro de las escuelas de un giro con respecto al tipo de enseñanza tradicional.
ResponderEliminarNecesitamos una escuela libre de ataduras, donde lo importante sea el alumno, que aprenda aquello que le resulta necesario para su vida, que le permita una adaptación social pero que a la vez desarrolle el espíritu crítico.
El currículum actual contempla ese desarrollo de espíritu crítico y creativo, pero por otro lado nos presenta unos contenidos mínimos.
Es necesario, por tanto buscar un equilibrio y centrarnos en el verdadero protagonista del proceso, el alumno, y en aquello que le construye como persona, su dignidad, sus sentimientos…
A los docentes nos cuesta cambiar y salir de la forma de enseñanza tradicional a causa de la seguridad y comodidad que esta conlleva. Pero además, nos cuesta por la cantidad de dificultades a las que nos tenemos que enfrentar cuando queremos implantar otro tipo de enseñanza, a causa de la oposición por parte de padres y de otros miembros de los equipos docentes.
En nuestra formación actual nos estamos planteando seriamente que esto ha de cambiar. Dentro de nuestras posibilidades y limitaciones hemos de evitar la estandarización, el tipo de formación que conlleva acostumbrar a los alumnos a que las cosas han de ser como están establecidas, mermando así su capacidad creativa y su pensamiento divergente. De este modo no se sienten libres a la hora de responder en sus trabajos, buscando siempre la respuesta correcta para obtener una mejor calificación. Este hecho tiene como consecuencia, por un lado que el alumno no tenga como objetivo aprender sino aprobar y por otro estamos mermando la oportunidad de que aprenda de sus propios errores y por tanto el potencial didáctico que ello conlleva.
Las nuevas tecnologías son una herramienta fundamental en los nuevos planteamientos didácticos, donde los contenidos procedimentales son prioritarios a los conceptuales y por la gran cantidad de oportunidades que ofrecen. Sin embargo, en gran medida resulta difícil compaginar la enseñanza con los medios tecnológicos de que se disponen. ¿Cómo resolver esta cuestión? En la mayoría de las escuelas los recursos son limitados. Habría que orientar a los alumnos a utilizar convenientemente los recursos digitales que hay en los hogares vinculándolos a las tareas docentes y no sólo al ocio. Pero ello resulta difícil sin la implicación de los padres, pues hay que ayudar al niño que, normalmente, asocia el estar delante de una “maquinita” al ocio y no a las tareas escolares.
Además nos encontramos con que no todos los alumnos disponen de dichos recursos.
Otro obstáculo para los docentes que pretenden aplicar una metodología en la que prime la creatividad es la evaluación. Estoy de acuerdo con el autor cuando nos pretende dejar claro que si nos vemos sometidos a esta presión nos será difícil avanzar por ese camino y caeremos en lo de siempre, ceñirnos al temario y poner exámenes como único baremo de calificación, olvidando que a la escuela se va a aprender y no a aprobar.
En conclusión, en nuestra futura labor docente hemos de estar dispuestos a trabajar y luchar por este nuevo tipo de enseñanza, para lo cual será fundamental nuestra formación permanente y el apoyo entre nosotros, con el fin de no quedarnos en el intento.
Aunque en un principio pueda parecer indiscutible que la creatividad, la capacidad de aportar cosas nuevas sea un objetivo inamovible de todo proceso de enseñanza, muchas veces nos enfrentamos a una gran diversidad de opiniones respecto al tema. Por un lado encontramos a los partidarios de llevar a cabo un tipo de clases exclusivamente ceñidas al currículum de tipo tradicional y a las que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados. Sin embargo, una nueva corriente de enseñanza, que lleva ya estableciéndose desde hace unos años en las nuevas generaciones de maestros, hace hincapié en el proceso de enseñanza y dota de una menor importancia los fines marcados por el currículum.
ResponderEliminarNosotros, como personas influenciadas directamente por la primera corriente en nuestra niñez y por la segunda durante nuestros estudios deberíamos plantear, en mi opinión, una visión ecléctica basada en nuestra experiencia en la cual, se evalúen los aprendizajes de nuestros alumnos pero centrándonos en el papel que adquiere el alumno en su aprendizaje.
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